El jefe de gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, aseguró que los legisladores del Partido Demócrata «nunca» verán las declaraciones de la renta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y defendió que tampoco «deberían hacerlo».
«Nunca. Y tampoco deberían hacerlo», declaró Mulvaney al ser preguntado sobre el asunto durante una entrevista concedida al programa Fox News Sunday.
Trump ha desechado la tradición presidencial de publicar anualmente su declaración de la renta, y ha insistió en que esos documentos «están bajo auditoría» y son tan complejos que «la gente no los entendería».
Sin embargo, al tomar el control de la Cámara Baja el pasado mes de enero, los demócratas prometieron que abrirían una investigación del Comité de Inteligencia en la que se solicitará la entrega de dichos documentos.
La oposición cree que los detalles financieros del presidente pueden arrojar luz sobre la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.
Este domingo, Mulvaney consideró que este es una asunto cerrado y que no cuenta con el respaldo de los estadounidenses, por lo que invitó a los demócratas a pasar página.
«Es un asunto que ya salió a la palestra durante las elecciones. Los votantes sabían que el presidente podía haber aportado sus declaraciones de la renta (antes de los comicios), sabían que no lo hizo y aún así le eligieron», dijo el jefe de gabinete.
En realidad, Trump se comprometió a hacer públicos estos documentos durante la campaña electoral y solo dio marcha atrás cuando ya se había instalado en el Despacho Oval.
El hecho de que el presidente optará integrar los activos de la firma The Trump Organization, que comprende un centenar de empresas, en un fideicomiso controlado por dos de sus hijos, Eric y Donald Jr., y el ejecutivo de la firma Allen Weisselberg, en vez de hacerlo en uno «ciego» también despertó suspicacias al inicio de su presidencia.
Según, una encuesta elaborada por la cadena ABC y el diario The Washington Post durante su primer año de mandato, mostró que el 74 % de los estadounidenses, más de la mitad republicanos, quiere conocer el historial fiscal del presidente.