Por: Marcela Álvarez
@tintanews
En el histórico Forest Hills Stadium del West Side Tennis Club, otrora sede del US Open, los equipos de Venezuela y Sudáfrica se midieron por el Grupo Mundial II de la Copa Davis. Fue la primera serie de la Davis que se juega en Queens desde 1959. La escuadra sudafricana no tuvo problemas para superar a los venezolanos por un contundente 4-0.
Para los fans latinos del tenis, tener a Venezuela en Queens, jugando una tanda de la Copa Davis, fue una especie de regalo por el Mes de la Herencia Hispana. Siguiendo la tradición, en la jornada inaugural se realizó la ceremonia protocolaria de los himnos nacionales y equipos con sus respectivos uniformes, comandados por sus capitanes Maurice Ruah y Christo van Rensburg.
En el primer partido desarrollado el 18 de septiembre, Lloyd Harris, número 31 del mundo, venció 6-0 a Brandon Pérez, estudiante de la Nebraska University y ranqueado 1,596. Harris ahogó a su rival y terminó el match con un “ace”. Sirve destacar que Harris tuvo un verano estelar, venció nada menos que a Rafael Nadal en Washington D.C., y llegó a los 4tos. de final del reciente US Open.
En el segundo match sabatino, Philip Henning superó por doble 6-4 a Ricardo Martínez, primera raqueta venezolana. Fue un partido intenso que agradó al público. «Di lo que tenía, lo mejor de mí, como siempre que me pongo el nombre de Venezuela en la espalda», dijo Rodríguez, el tenista llanero que más partidos jugó en la Davis.
En la segunda jornada, el domingo 19 de septiembre, Sudáfrica consolidó su poderío al ganar el duelo de dobles. Raven Klassen/Lloyd Harris vencieron 6-2 y 6-4, a Dimitri Badra/Luis David Martínez. En el cotejo final, Ruan Roelofse derrotó 6-4 y 7-6, a Badra. Fue el mejor partido de la serie.
Venezuela en Forest Hills
Desde 2016, Venezuela no puede jugar la Copa Davis en casa por una decisión de la International Tennis Federation que calificó al país sudamericano «no seguro para viajar debido a la situación económica y política».
Por decisión de ambas escuadras, buscaron un lugar neutral y, en opinión de todos, nada mejor que Nueva York y, especialmente, el legendario West Side Tennis Club, en Forest Hills.
«A veces sentimos que el país, en puntales momentos, no fue recíproco con la entrega y sacrificio que todos nosotros hacemos. Ahora estamos sufriendo las consecuencias de tantos años de involución», señaló Rodríguez sobre la falta de apoyo de las autoridades al tenis venezolano.
Según informó Randy Walker, vocero del evento, la Asociación Sudafricana de Tenis, en su condición de «local», solicitó que la serie se juegue con limitado número de aficionados, mayormente socios del club quienes recibieron un brazalete especial para entrar al estadio. (Tuvieron en cuenta, asimismo, la pandemia) Y así fue. Cada jornada convocó aproximadamente 200 fans, quienes disfrutaron cada punto.
Al margen del resultado, para los venezolanos fue una oportunidad de seguir compitiendo en las ligas menores por la «Ensaladera de Plata».
Patrocinada por Rakuten, la legendaria Copa Davis tiene 121 años de vida y es una especie de mundial de tenis. Esta competencia por países nació en 1900, bajo la iniciativa de Dwight F. Davis, estudiante de Harvard que diseñó un trofeo que disputarían Estados Unidos y Gran Bretaña en señal de amistad.
En adelante, se sumaron países con gran tradición tenística como Australia. Hoy, a pesar de su historia, es un evento internacional que busca reinventarse en el apretado calendario del tenis profesional masculino.
En 2016, tras décadas de frustraciones y lucha, Argentina finalmente ganó la Copa Davis, al vencer como visitante 3-2 a Croacia. Hasta ahora, es el único país latinoamericano que ganó la mítica «Ensaladera». Estados Unidos es la nación con más títulos: 32.
Fans piden más tenis
La serie «Venezuela vs Sudáfrica» reaviva las esperanzas por eventos similares en el área metropolitana. Además del US Open en Flushing Meadows, durante muchos años la Gran Manzana presumía de otros torneos, como los Masters femenino y masculino, el Tournament of Champions en Forest Hills, New Haven, Bronx Open, por citar algunos.
En 2018 se inauguró el New York Open en el Nassau Coliseum de Uniondale, Long Island. Solo duró 3 años. Cayó víctima de la pandemia.
Para fans como la venezolana Lily Sánchez, fue una linda oportunidad ver a su equipo nacional jugar una serie de la Copa Davis en un sitio histórico como el West Side Tennis Club. Sánchez, nativa de Barquisimeto, dijo que le tomó una hora y media llegar desde Nueva Jersey a Queens.
Señaló que NY debería organizar más torneos como la Davis (¿se imaginan traer a Colombia, Ecuador, México, Chile, Uruguay?) porque «siendo una potencia y teniendo la infraestructura y los medios para realizar eventos pequeños y grandes, brinda la oportunidad de sumar y ganar fanáticos a este espectacular deporte».
La simpática joven se declara aficionada acérrima del tenis «desde que tengo uso de razón, si mal no recuerdo desde los 10 años». Fans como Sánchez ratifican la popularidad en ascenso del tenis en la comunidad hispana.