“Ha sido muy difícil el proceso de ayudar a mis tres hijos con sus labores de la escuela, desde la casa y a través del internet. Me toca colaborarle a cada uno, tengo uno en pre escolar, otro en quinto grado y otra en la escuela secundaria”, dijo Erica Ferman, una madre de familia residente del distrito escolar de Freeport.
Ella es uno de tantos padres o tutores que cada mañana va a recoger en la escuela secundaria de Freeport la bolsa de comida que reciben gratuitamente cada uno de sus hijos, la cual contiene un desayuno y un almuerzo. “Estas bolsas de comida me ayudan, además contienen alimentos que uno no encuentra en las tiendas”, recalcó.
Al igual que la gran mayoría de padres de familia de Long Island, desde el momento en que las escuelas fueron cerradas como una de las medidas para evitar la propagación del coronavirus, Ferman pasó de trabajar a reincorporarse con fuerza en sus funciones de ama de casa a tiempo completo.
“Tuve que dejar mi trabajo para dedicarme a ayudar a mis tres hijos con el proceso de la escuela desde la casa, el único que está trabajando es mi esposo”, relató.
Desafío del E-Learning
Para Ferman la hacer escuela desde la casa (llamada también E-Learning) ha sido un gran desafío, no solo con el uso de la tecnología, de igual forma al tener que responder las preguntas que sus hijos tienen sobre las asignaciones diarias, y para las que a veces no tiene respuesta. Es en estos momentos como ella describe, la ayuda de los hermanos mayores con sus hermanos menores ha sido fundamental.
Reto que han tenido que asumir muchos padres en Nueva York quienes no tienen un manejo completo del inglés y que deben recurrir a familiares para poder ayudar a sus menores hijos.
“Extraño la escuela, es muy difícil concentrarse desde la casa, porque hay otros niños y mucho ruido que no me permite enfocarme de la misma manera”, afirma Daniel, un estudiante de la escuela secundaria de Freeport, quien prefiere reservar su apellido.
Él hace parte de otra de las familias locales que diariamente se beneficia del programa de entrega de comidas gratuitas para los alumnos del distrito escolar de Freeport. Cada mañana camina hasta su centro escolar para ayudarle a su mamá y reclamar las bolsas de alimentos para él y sus dos hermanos.
“Es una ayuda para nosotros la comida que nos dan en la escuela para llevar a la casa, pero me gustaría volver pronto a la escuela”, insistió Daniel.
Lecciones por computadora
Por su parte Yuly Quesada, quien tiene dos hijos se acercó a la Freeport High School para recoger un Cromebook, una de las computadoras que el distrito sigue entregando a los estudiantes que no tienen acceso a una tablet o computadora en casa, para que usando este dispositivo puedan tomar las clases en línea, de lunes a viernes, y puedan aprender a través de este novedoso sistema de educación vía internet.
“Voy a reclamar por primera vez la bolsa de comida para mis dos hijas, vine por la computadora pero me dijeron de la comida y me parece que será de gran ayuda”, dijo Quesada, quien además afirmó que aunque es un gran trabajo apoyar a sus hijos desde casa con las labores de la escuela, gracias a la colaboración de su familia ella ha podido seguir trabajando.
Y dentro de todo este proceso de aprendizaje online, los padres de Long Island también comentan que los maestros de sus hijos mantienen comunicación diaria con ellos a través de email o textos, y se han preocupado porque los niños completen sus deberes y entiendan las lecciones diarias.
Repartición de comidas
Cabe destacar que el distrito escolar de Freeport provee una bolsa de comida diaria a todos sus estudiantes, la cual se puede reclamar en la escuela secundaria de Freeport, o en la escuela New Visions, de lunes a viernes desde las 9:30 am hasta las 12 pm.
Asimismo, los demás distritos escolares en Long Island vienen proporcionando esta bolsa de alimentos a los alumnos que hasta hace unas semanas recibían regular y gratuitamente el desayuno y el almuerzo en su escuela.
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