La MTA apuesta por la modernización con el modelo «pasillo abierto», ofreciendo a los pasajeros una experiencia más espaciosa y fluida.
La Línea G del metro de Nueva York está dando un gran paso hacia la modernización. La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) recientemente presentó el primer tren de «pasillo abierto» en la línea G, un diseño innovador que elimina las puertas entre vagones y permite a los pasajeros desplazarse libremente a lo largo de toda la formación. Con esta iniciativa, la MTA busca mejorar la comodidad, la accesibilidad y la eficiencia del sistema de transporte.
Una experiencia de viaje mejorada
La línea G, que conecta Brooklyn y Queens sin ingresar a Manhattan, transporta aproximadamente 160 mil pasajeros en días laborables. Históricamente, esta ruta ha operado con trenes más cortos que los de otras líneas del sistema, lo que muchas veces obligaba a los usuarios a correr por el andén para encontrar un vagón menos saturado. Con la llegada de los nuevos trenes R211T, esta problemática podría quedar en el pasado.
«Todos los que han tomado la línea G conocen la experiencia de correr por el andén para alcanzar el tren», explicó Demetrius Crichlow, presidente de New York City Transit, durante una conferencia de prensa. «Con estos nuevos trenes, los pasajeros podrán moverse con facilidad entre los vagones, lo qu.e hará que el viaje sea más fluido y menos estresante».
Tecnología y accesibilidad de vanguardia
El modelo R211T no solo destaca por su diseño de «pasillo abierto», sino también por una serie de mejoras tecnológicas y de accesibilidad que buscan optimizar la experiencia de viaje. Entre sus características principales se incluyen:
- Puertas más anchas, que facilitan el ingreso y egreso de pasajeros, reduciendo los tiempos de espera en las estaciones.
- Iluminación LED más brillante, mejorando la seguridad y visibilidad dentro del tren.
- Pantallas digitales avanzadas, que muestran información en tiempo real sobre las próximas paradas y conexiones.
- Diseño optimizado para pasajeros con movilidad reducida, garantizando una mayor inclusión dentro del sistema de transporte público.
La primera experiencia de los pasajeros con este nuevo tren ha sido, en general, positiva. «Es refrescante ver a la gente moverse libremente por todo el tren. Hace que el viaje se sienta más abierto y menos claustrofóbico», comentó Liz Longo, usuaria frecuente de la línea G. Sin embargo, algunos nostálgicos extrañan los clásicos asientos amarillos y naranjas de los antiguos trenes.
Un plan de modernización a largo plazo
La introducción de los trenes de «pasillo abierto» es parte de un plan de modernización más amplio que la MTA está implementando en la línea G. Durante el verano pasado, la agencia cerró segmentos completos de la ruta para instalar un sistema de señalización avanzada conocido como control de trenes basado en comunicaciones (CBTC). Este sistema, ya presente en las líneas L y 7, permitirá una gestión más eficiente del tráfico ferroviario, aunque no estará completamente operativo hasta 2027.
Además, se realizaron mejoras en diez estaciones de la línea G, incluyendo la renovación de paredes, la repintura de columnas y la instalación de lámparas LED para una mejor iluminación en los andenes.
Expansión y próximos pasos
El primer tren de «pasillo abierto» fue seguido por una segunda unidad que entró en servicio el 5 de marzo, mientras que otras dos se incorporarán en los próximos dos meses. A largo plazo, la MTA ha realizado un pedido de 80 vagones adicionales de este tipo, como parte de una inversión de 1.300 millones de dólares para adquirir un total de 435 nuevos vagones.
La llegada de estos trenes a la línea G podría ser solo el comienzo de una transformación más amplia en el metro de Nueva York. Con un compromiso firme de mejorar la comodidad, la accesibilidad y la eficiencia del servicio, la MTA está apostando por un futuro en el que los pasajeros puedan disfrutar de un viaje más fluido y moderno en la ciudad que nunca duerme. por: Nahuel Leto
