Hacerse una mamografía puede detectar un cáncer de mama en etapa temprana. La mamografía constituye el método más confiable y de mayor precisión para la detección temprana del cáncer de mama en mujeres asintomáticas.
“Ha demostrado reducir la muerte por cáncer debido al hallazgo de lesiones mamarias cuando aún no son palpables, con altísimas posibilidades de curación”, señaló el Dr. Mauricio León Rivera, director médico del Centro Detector del Cáncer y cirujano oncólogo de la Clínica Ricardo Palma.
En el caso que la mamografía detecte una alteración en las mamas el especialista a veces se ayuda de otros exámenes, tales como: la ecografía o resonancia magnética por ejemplo, con el fin de realizar una biopsia que llegue al diagnóstico la que puede ser de varios tipos como la aspiración con aguja fina, la biopsia core o percutánea, la biopsia estereotáxica o la biopsia quirúrgica que implica un corte y la remoción parcial o total de la lesión.
Además, de la mamografía se complementa con la autoexploración mamaria que debe realizarse de manera mensual, para buscar cualquier cambio, además que permite a las mujeres responsabilizarse de su propia salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad aparece generalmente en mujeres entre los 40 y 50 años y no presenta síntomas en la etapa inicial, por ello la importancia de realizarse exámenes preventivos anualmente para evitar la enfermedad, pues el 85% de los casos de cáncer de mama se diagnostican en estadíos avanzados y solo el 15% en etapa inicial.
El Dr. Mauricio León recomienda realizar una mamografía anualmente acompañada del examen físico, a partir de los 40 años, a excepción de aquellas mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama, en las que es aconsejable iniciar las mamografías a partir de los 35 años.