Leo Messi, con una exhibición de gran parte de su repertorio, y Luis Suárez, con una lección de eficacia, disiparon de un plumazo las dudas que barruntaban alrededor del Barcelona en las últimas fechas y devolvieron la fortaleza y la confianza al conjunto azulgrana, aposentado cómodo en la cima de la clasificación de la Primera División española.
El cuadro de Ernesto Valverde goleó 6-1 al Girona en el Camp Nou y se aseguró mantener, al menos, su cuantiosa renta independientemente de la actuación en Sevilla del Atlético Madrid, su único perseguidor.
El Barcelona restableció la autoridad goleadora que horas antes le había puesto en cuestión el Real Madrid, que con los cuatro tantos logrados ante el Alavés había igualado el número de dianas obtenidos hasta el momento.
Al final del sábado, la cifra azulgrana se agigantó otra vez: 68 goles marcados por los 62 del Real Madrid en las veinticinco jornadas.
El Barcelona solo necesitó cuarenta y cinco minutos para acabar con los fantasmas surgidos por sus tres empates en los cuatro encuentros recientes. Dos en la liga, que supusieron la pérdida de cuatro puntos de renta (Espanyol y Getafe) más el de la ida de la Liga de Campeones contra el Chelsea.
En apenas un tiempo, el cuadro de Valverde convirtió en goleada la visita del Girona, uno de los equipos revelación del curso, al que se le hizo grande el césped del Camp Nou y muy largo el duelo frente al líder.
Y eso que su atrevimiento se reflejó en el marcador a los dos minutos con el gol de Cristian Portu. La respuesta del Barcelona fue contundente.
Tres después anotó Luis Suárez. El primero de su ‘hat trick’. Messi ya había calentado motores. El astro argentino anotó los dos siguientes, en el 30 y 36, que ya pusieron en órbita a los azulgrana. Suárez, antes del intermedio, marcó el cuarto.
No levantó el pie del acelerador el Barcelona. El brasileño Philippe Coutinho se unió a la fiesta. Firmó el quinto. Un gran gol. Y Suárez el sexto y el tercero en su cuenta personal.