La presencia de una mascota en el hogar puede mejorar la calidad de vida y contribuir a mejorar la salud física y/o mental de las personas. Sin embargo, los animales en general pueden trasmitir infecciones a los seres humanos a través de una mordedura, arañazo, excrementos, saliva o caspa animal.
Recientemente, la Universitad de Kitasato, ubicada en Tokio, Japón, publicó los resultados de un estudio elaborado por el Dr. Masahiko Nakamura que demostró que el contacto con la saliva y las heces de los perros y/o gatos podrían contagiar a las personas con una bacteria que favorece la aparición de cáncer de estómago.
El patógeno en cuestión se llama “Helicobacter Heilmanni”, bacteria que infecta el tracto digestivo del humano, causante de la inflamación del estómago, reflujo ácido, dolor abdominal superior e indigestión y en casos más severos cáncer gástrico, pulmonar y/o hepático.
La bacteria llega al organismo de los animales cuando estos usan su lengua para lamerse el ano, justo donde hay una gran cantidad de heces infectadas con la bacteria que pasan directamente a su saliva y a su sistema digestivo.
En su estudio el especialista indica que al menos 70% de las personas con linfoma gástrico que fueron analizadas para el reporte, dieron positivo en la presencia de esta bacteria y que un número importante de ellas aceptó besar a sus mascotas en la boca con regularidad.
Según el Dr. Mauricio León Rivera, director médico del Centro Detector del Cáncer y cirujano oncólogo de la Clínica Ricardo Palma, es importante adoptar una serie de precauciones para proteger la salud de la familia del cáncer de estómago, entre ellas evitar ser lamidos por un animal, especialmente por perros y gatos, no besar al animal cerca del hocico, además de usar guantes para desechar el excremento de los mismos.