Antes de la pandemia del COVID-19 y, en el mejor de los casos, muchos estudiantes hispanos y de comunidades minoritarias ya estaban sujetos a múltiples disparidades educativas. La Asociación de Maestros Latinos de Long Island (LILTA) ha sido contínuamente una voz para estas poblaciones de alumnos al revelar desigualdades e inequidades educativas al mismo tiempo que busca soluciones positivas para mejorar el rendimiento académico y las tasas de graduación.
Esta es la razón por la cual, en medio de estos tiempos sin precedentes, LILTA reunió mediante una videoconferencia a un panel de educadores representantes de 10 distritos escolares en Long Island (Brentwood, Islip, Central Islip, Freeport, Westbury, Riverhead, Greenport, Northport, Patchogue-Medford, y Wyandanch) con el objetivo de dialogar sobre el impacto del coronavirus en nuestros estudiantes latinos, en especial en aquellos que están aprendiendo inglés como nuevo idioma.
Entre los panelistas se incluyeron maestros, coordinadores, asistentes principales, asistentes superintendentes y superintendentes quienes están en primera línea atendiendo las necesidades de los estudiantes.
Los panelistas expresaron los retos que alumnos y familias enfrentan al no poseer la tecnología (computadoras, ordenadores portátiles o tabletas) y el acceso al internet para que sus hijos continúen su educación de forma remota desde sus casas.
Comida y Salud
También enfatizaron en los retos que las familias enfrentan por el lenguaje y falta de entrenamiento para navegar las plataformas digitales y ayudar a sus hijos con las tareas.
Las inquietudes no son solo de índole académica, también los educadores resaltaron las necesidades no académicas que muchas escuelas confrontan, tales como, comida y servicios de salud. Por ejemplo, el distrito escolar de Brentwood ha servido en un día más de 20,000 comidas a sus estudiantes y sus familias.
La reunión por videoconferencia de LILTA generó conciencia y se comprometió a tomar acción colectiva para ayudar a los estudiantes latinos. Al panel también se unieron el regente Roger Tilles, representante de Long Island en la Junta Educativa de Regentes de Nueva York, y el asambleísta Phil Ramos.
Ellos recalcaron que no debemos ignorar el impacto del COVID-19 en las comunidades latinas de Long Island que han experimentado una larga historia de desigualdades e inequidades educativas.
El coronavirus cerró nuestras escuelas, bibliotecas y lugares tradicionales de aprendizaje lo que hace que sea urgente que todas las partes interesadas federales, estatales y locales tomen medidas, desarrollen planes y asignen fondos para evitar que una situación difícil en tiempos normales se convierta en crítica en tiempos de emergencia.
En los tiempos normales, muchos estudiantes inmigrantes que aprenden inglés como nuevo idioma (Ells) son señalados por no cumplir con el Progreso Anual del Año (AYP). La pandemia del COVID-19 hará que éste estándar sea menos alcanzable para las diversas comunidades debido a la división en tecnología e idioma que se agrava por las cargas financieras y de salud.
La videoconferencia fue co-moderada por Dafny Irizarry, presidenta de Asociación de Maestros Latinos de Long Island (LILTA) y Larry Levy, vicepresidente de Desarrollo Económico y Estudios Profesionales, al igual que decano
Ejecutivo del Centro Nacional de Estudios Suburbanos de la Universidad de Hofstra.
A la misma se unieron en la videoconferencia más de 90 participantes quienes tuvieron la oportunidad de compartir inquietudes y recursos por medio del chat.
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