A principios de junio, dos semanas después de que el gobernador Andrew Cuomo la nominó para la Corte de Reclamaciones del estado de Nueva York, la jueza Linda Mejías-Glover recibió la aprobación del Senado estatal y ese mismo día juramentó y asistió a su nueva oficina en Manhattan.
Con este nombramiento, Mejías-Glover pasó a ser parte de un selecto grupo de mujeres latinas que representan el poder judicial en Nueva York, un movimiento impulsado por grandes nombres como la jueza de la Corte Suprema, Sonia Sotomayor. Ambas comparten raíces latinas que, según Mejías-Glover, son también perspectivas únicas a la hora de trabajar en las altas esferas judiciales en el país.
“A mi me gusta ayudar a todo el mundo. No solo a la latinos, pero como una mujer latina en este país que tiene recursos, educación, contactos, energía, tengo que darle algo a mi gente”, dijo la jueza Mejías-Glover en una entrevista virtual desde su oficina ubicada en el 26 de la Avenida Broadway, en Manhattan. “Me sentiría horrible si no ayudara a mi comunidad de la manera como puedo hacerlo”.
Su llegada a este punto no pasó de la noche a la mañana. La jueza Mejías-Glover es una estadounidense de primera generación, cuya madre emigró a Estados Unidos de Ecuador en 1963, y cuyo padre fue exiliado de Cuba en 1962 como líder anticomunista. Habla español con fluidez y es competente en alemán e italiano.
Su camino profesional comenzó en la Escuela Waldorf de Garden City, donde luego sirvió en la Junta de Fideicomisarios.
Se graduó magna cum laude de Wellesley College, y más tarde recibió su Doctorado en Jurisprudencia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia. Actualmente se desempeña como presidenta de Wellesley en Long Island Alumnae Club.
Antes de llegar al puesto que orgullosamente sostiene hoy, ella fue elegida para el cargo de Juez del Tribunal de Familia del Condado Nassau por primera vez en 2017 y fue la primera persona de ascendencia latina elegida a cualquier magistrado en Nassau, Long Island.
Conexión comunitaria
Junto con sus deberes oficiales, la jueza Mejías-Glover es también una madre devota de su hijo, Davey, y esposo Dorian R. Glover, abogado y ex presidente inmediato del Colegio de Abogados del Condado Nassau, y Presidente del Comité de Quejas del Décimo Distrito Judicial.
Sus días tienen más de 24 horas, o por lo menos ese es su deseo cuando también dedica tiempo para trabajar como mentora de jóvenes latinos, especialmente mujeres.
“Empezamos el programa de información legal durante la pandemia de Covid-19 para ayudar a los latinos a conseguir la información que necesitan, información correcta y conectarlos con otros porque hay mucha información falsa en línea y nuestra meta es que todos estén protegidos”, apuntó la Jueza, refiriéndose al programa creado dentro de su trabajo como dentro del Asociación del Colegio de Abogados Hispanos de Long Island.
Orgullo Ecuatoriano
Aunque nació y se crió en Nueva York, los ojos de Mejias-Glover expresan una luz diferente cuando habla de Quito, la ciudad que vio nacer a su madre Elsa Mejías Rodríguez. Una ciudad que, según explica, guarda un encanto que ha logrado descubrir en sus visitas, a las que también ha llevado a su hijo. Una conexión con sus raíces.
“He estado allá dos veces y debido a que mi papá, que era cubano, falleció cuando era muy niña, crecí más con la influencia ecuatoriana de mi mamá, así que hablo un español con acento ecuatoriano”, dijo la jueza, quien no descarta la posibilidad de adquirir un segundo hogar en Quito para cuando llegue el momento de su retiro profesional. “Me encantaría pasar allá unos meses en Quito. Es simplemente precioso”.
En el poco tiempo libre que tiene la Mejías-Glover asegura que trata de mantenerse al tanto de las noticias en el país suramericano, especialmente a través de familiares que aún viven allá.
En Nueva York, sus ojos siguen puestos en periódicos locales especializados en esta comunidad, agrupada en su mayoría en vecindarios de Queens como Jackson Heights y Corona.
Y cabe destacar que la jueza Linda Mejías-Glover lleva su orgullo ecuatoriano cada año como miembro del Comité de celebraciones de la Independencia de Ecuador en el condado Nassau, en Long Island, que este se celebrará en agosto.
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