Los árbitros preseleccionados por la FIFA para el Mundial de Rusia 2018, entre los que figura el valenciano Antonio Mateu Lahoz, y los que participarán en el próximo Mundial de clubes reciben en Abu Dabi un curso de formación sobre el sistema de videoarbitraje (VAR).
El «Mundialito», en el que el Real Madrid defenderá el título logrado el año pasado, contará con 6 tríos arbitrales y 8 árbitros que actuarán como asistentes de vídeo designados por la FIFA, que continúa con la formación de los árbitros para el uso del VAR previa a sus próximas competiciones.
Los mundialistas asisten al cuarto entre el 25 y el 29 de noviembre y los que pitarán los encuentros del Mundial de Clubes lo harán a continuación en Emiratos Árabes Unidos, donde se jugará el torneo del 6 al 16 de diciembre.
El madrileño Carlos Velasco Carballo, árbitro que representó a España en el último Mundial de Brasil 2014 y las dos últimas Eurocopas 2012 y 2016, y el italiano Roberto Rosetti son los instructores de la FIFA sobre este sistema, que persigue «el máximo beneficio, con la mínima interferencia» en el flujo natural del juego y que sólo se utiliza frente a decisiones arbitrales manifiestamente erróneas.
Utilización del VAR
Según el protocolo de uso de la IFAB (International Football Board), la utilización del VAR se contempla únicamente en cuatro supuestos y siempre después de que el árbitro principal haya resuelto sobre la acción y el juego se haya reanudado: goles, penaltis, rojas directas y errores de identidad.
En ellas los árbitros VAR, que son árbitros en activo formados al efecto por la FIFA y que siguen el partido por televisión junto a otro árbitro que actúa como asistente fuera del recinto de juego, comunican al árbitro principal su error si lo detectan y lo confirman con la revisión de la jugada.
El árbitro de campo únicamente puede dirigirse al VAR para pedir una aclaración si ocurre algo en el recinto de juego que no ha podido apreciar, como puede ser que encuentre a un futbolista tendido sobre el campo mientras el partido sigue su curso y que no haya visto el motivo de la caída del mismo.
Para la utilización del VAR, que de momento se hace de forma experimental, es necesario que los árbitros sigan un proceso de formación, que la IFAB tiene que dar por válido, en el que tienen que superar una serie simulaciones, test y encuentros amistosos.
La labor de los árbitros VAR necesita el apoyo tecnológico de empresas homologadas por la IFAB que facilitan la grabación de los partidos con 35 cámaras ubicadas en distintos lugares de los campos, manejadas por técnicos.
Éstos atienden las peticiones de los árbitros VAR cuando solicitan revisar una jugada con la máxima celeridad posible, ya que a la vez que los árbitro ven el partido señalizan las acciones que pueden ser revisables.
La IFAB tiene previsto revisar y tomar una decisión definitiva probablemente en su próxima reunión en marzo de 2018 sobre el uso del VAR, un sistema que convive con la tecnología en la línea de gol (GLT).
La misma solo es válida para determinar si el balón traspasa o no totalmente la línea de puerta en los goles, gracias a cámaras instaladas en los postes, que captan 400 frames por segundo, y que comunican directamente con un dispositivo en la muñeca del árbitros.
Según expertos en la materia, la instalación de la GLT puede tener un coste de unos cuatro millones de euros para confirmar los goles con exactitud y acabar con los goles fantasma como ya hacen las principales ligas europeas -Inglaterra, Francia, Alemania, Italia- donde se utiliza.