Los ricos huyen de NYC por miedo al Coronavirus y se refugian en Long Island

Los ricos huyen de NYC por miedo al Coronavirus y se refugian en Long Island
Dos personas con máscaras protectoras cruzan una calle en el barrio Boro Park, en Brooklyn, Nueva York. (Foto: EFE / EPA / Justin Lane)

 

Las estrictas medidas anunciadas por el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, que entraron en vigor hace unos días en un intento por controlar el creciente contagio con el coronavirus, obliga a los residentes del estado a permanecer en sus hogares, o al menos, si no tienen dinero para pagar por un alquiler fuera de la ciudad, donde los precios se han disparado.

El pánico al contagio y al confinamiento tras el endurecimiento de medidas por el avance del virus provocó que neoyorquinos con mayor poder adquisitivo salieran prácticamente corriendo para alquilar residencias en los famosos Hamptons, un sitio de vacaciones para los estadounidenses más ricos, en Long Island, y el Valle del Hudson, al norte del estado caracterizado por grandes casas y granjas, para alejarse así de la ciudad de Nueva York que hasta el momento registra más de 23.000 casos del COVID-19 y unas 365 personas muertas.

No obstante, muchas personas se manifestan preocupadas de que los ricos que están escapando del virus y de la congestión neoyorquina están transfiriendo ambos a los Hamptons, en particular que pueda propagarse el COVID-19 a nuevas localidades ubicados en el condado de Suffolk, al extremo este de la isla.

Aseguran que el hospital de los Hamptons no está preparado para atender un gran número de pacientes de surgir un nuevo brote del coronavirus en esta zona de Long Island, donde también vive una parte de la comunidad hispana.

 

 

La estampida de los ricos escapando de NYC ha provocado que los precios de los alquileres en esas zonas se hayan hasta triplicado en una época invernal que se considera de temporada baja, según indicaron varios agentes inmobiliarios a la cadena CNBC.

«Es algo sin precedentes», aseguró Delyse Berry, que trabaja para la firma Upstate Downn en el Valle del Hudson, donde casas por las que se pagaban 4.000 dólares al mes durante la temporada invernal, se haya elevado hasta los 18.000 dólares para el mes de abril ante esta demanda.

«Es como pánico. Nunca he colocado tanta gente en alquileres en una semana y a esos precios, incluso en el verano», afirmó la agente inmobiliaria y explicó que el promedio del periodo de alquiler que han pedido es de ocho semanas pero puede extenderse a meses y hasta por un año.

Cuomo anunció que desde el pasado domingo todos los trabajadores de negocios no esenciales deberán quedarse en casa y que todas las reuniones en el estado quedan prohibidas.

Igualmente anunció que las congregaciones no esenciales de individuos, por cualquier razón y de cualquier tamaño, quedan también suspendidas y ordenó además que las personas mantengan una distancia de al menos 2 metros (6 pies) entre sí cuando estén afuera.

 

 

En los Hamptons, en el condado de Suffolk, marzo es un mes de baja temporada para los alquileres, sin embargo, con la crisis causada por el COVID-19 y el deseo de escapar de la ciudad, los dueños de casas están alquilando a precios de temporada alta en agosto.

«La gente está llamando y diciendo ‘necesito alquilar y lo necesito para hoy», indicó a la cadena Gary DePersia, un conocido agente inmobiliario con la compañía Corcorán en los Hampton, donde alquiló una residencia frente al mar a una familia que pagará 100.000 dólares por el mes de abril.

«Para la temporada baja (de marzo) es una demanda (de alquiler) increíble», aseguró y agregó que muchos buscan alquilar para permanecer en el lugar durante dos meses.

Otro agente inmobiliario de la zona, Christopher Covert, de la firma Saunders, destacó que los precios de casas que durante la temporada invernal se alquilan por 5.000 dólares al mes se ha disparado hasta alcanzar los 30.000 dólares mensuales, ante la demanda de los neoyorquinos que pueden pagar por ello.

En algunas comunidades, según los agentes inmobiliarios, hay largas listas de espera por un contrato de alquiler inmediato.

Aseguraron además que los dueños de las casas no se están aprovechando de la crisis, simplemente «están satisfaciendo la demanda».