Por: Morgan C. Mullings
El alcalde Eric Adams propone más arrestos, sentencias más estrictas, mayor alcance y una reversión a algunas reformas de la justicia penal y leyes de libertad bajo fianza, para detener la violencia armada en la ciudad de Nueva York.
En una muy esperada conferencia de prensa el 24 de enero, Adams se refirió al “conducto de hierro” de armas traficadas desde otros estados con leyes menos estrictas, y los crecientes incidentes de violencia armada que le quitaron la vida a un policía de 22 años e hirieron a otro.
Después de escuchar las críticas sobre la rueda de prensa donde no se permitió una sesión de preguntas y respuestas, la Administración de Adams reprogramó el evento para centrarse en el tribunal de la opinión pública.
“La violencia armada es una crisis de salud pública. No hay tiempo que perder. Debemos actuar. El mar de violencia viene de muchos ríos. Debemos represar cada río que alimenta esta crisis mayor”, dijo Adams, afirmando que los efectos de su “Plan para poner fin a la violencia armada” se verán y se sentirán muy rápidamente.
En los 30 precintos donde ocurre la mayor parte de la violencia con armas de fuego, la oficina de Adams desplegará más oficiales y equipos de seguridad en las próximas tres semanas.
“Al hacer esto, evitaremos errores del pasado. Estos oficiales serán identificables como (policías del) NYPD, tendrán cámaras corporales y tendrán una mejor capacitación y supervisión”, dijo.
La ciudad también recopilará y reportará evidencia de ventas de armas para apoyar al Consorcio Interestatal de Rastreo de Armas del estado, que incluye el uso de reconocimiento facial y controles de seguridad en los principales puertos.
“La violencia armada no es solo un problema de aplicación de la ley. Es un problema social, un problema de la comunidad, y adoptaremos un enfoque de toda la ciudad para enfrentar este desafío. Los neoyorquinos me han escuchado decir muchas veces que cualquier plan efectivo para reducir la violencia armada debe incluir intervención y prevención”, dijo Adams, refiriéndose a sus planes para abordar las causas fundamentales de la violencia.
Elevar la edad criminal
El alcalde planea expandir los programas de intervención y los programas centrados en los jóvenes, y crear un Equipo de Trabajo de Calidad de Vida, que incluye miembros de la policía de Nueva York y el Departamento de Servicios para Personas sin Hogar (DHS), para asegurarse de que las fuerzas del orden público y los profesionales de la salud mental estén trabajando juntos para detener la violencia entre las personas sin hogar y los enfermos mentales.
En la sesión informativa y la parte de preguntas y respuestas posterior en la Rotonda del Ayuntamiento, el alcalde se centró en sus recomendaciones para cambiar las leyes y los procesos judiciales para asegurarse de que se minimicen las amenazas.
“Debemos permitir que los jueces tengan en cuenta la peligrosidad. Nueva York es el único estado del país que no permite que un juez detenga a un acusado que representa una amenaza para la comunidad”, dijo Adams.
“También debemos analizar la legislación de ‘Elevar la edad criminal’, que está siendo utilizada como una escapatoria para que los pandilleros exijan que los jóvenes menores de 18 años asuman la culpa por armas que no son suyas”, continuó. Aunque aclaró que no quiere convertir en blanco a los jóvenes, pero si quiere sacar algunos de los procesamientos fuera de la corte de familia y asegurarse de que sean juzgados en la corte penal.
Estas son sus dos recomendaciones más controversiales, y la tercera es su sugerencia de revisar las reformas.
“También debemos reexaminar las reformas de 2019 al proceso de descubrimiento. Debemos permitir que los fiscales de distrito avancen antes con los cargos de armas, eliminando los requisitos de divulgación que atascan el proceso, e instamos al estado a aprobar una legislación a tal efecto”, dijo.
Por último, el alcalde Adams está pidiendo a los fiscales de distrito de cada condado que muevan los incidentes relacionados con la violencia con armas de fuego al frente del expediente, para eliminar las armas de la calle más rápidamente.
Muchas de estas iniciativas dependen de la comisionada de la policía de Nueva York, Keechant Sewell, quien determinará cuántos oficiales irán a cada vecindario y cómo se cambiará la capacitación para asegurarse de que puedan manejar la crisis.
También se remitirá al vicealcalde de Seguridad Pública, Philip Banks III, para decidir qué tecnología se puede usar dentro de la ley de la ciudad que pueda rastrear las armas y las personas que las traen a la ciudad.
“Esta es mi prioridad número uno: mantenerte a salvo. Hice campaña al respecto; Lo cumpliré”. señaló Adams.
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