¡La Gran Manzana se prepara para recibir a uno de los actores más destacados de la escena argentina! Luciano Cáceres, un verdadero ícono del teatro, llega por primera vez a Nueva York con Muerde, un unipersonal electrizante que ha cautivado al público y ha sido galardonado con múltiples reconocimientos, incluido el prestigioso Premio Estrella de Mar 2024.
Este thriller visceral nos sumerge en la tormentosa vida de René, un hombre atrapado en su niñez y en la lucha por desentrañar las heridas que lo han marcado. La obra, un viaje emocional lleno de sangre, aserrín y ladridos, promete llevar al público a un profundo abismo de reflexión sobre la soledad y el sufrimiento.
Cáceres se presentará en el emblemático The Producers Club los días 29 y 30 de octubre, donde la expectativa es palpable. ¿Cómo resonará su brillante interpretación en una ciudad que vive y respira teatro? Con Muerde, no solo traerá su talento a Nueva York, sino también una poderosa historia que desafiará las emociones y abrirá los corazones del público. ¡No te pierdas esta oportunidad única de presenciar a un maestro en acción!
La obra Muerde ha sido muy premiada y reconocida en Argentina. ¿Cómo te preparaste para interpretar un personaje tan complejo como René, un ser marginado y atormentado?
La primera imagen tuvo que ver con mi infancia. Mi madre fue asistente social en barrios carenciados y yo la acompañaba a ella de chico cuando no tenía escuela, y me llamaba muchísimo la atención como chicos de mí misma edad tenían moco, y yo le preguntaba a mi mamá porque ellos tienen y yo no, y me dijo: ‘porque no tienen una mamá como vos tenés ocupándose de vos’. Y eso del abandono naturalizado es lo que de alguna manera le ocurre a René cuando es abandonado por su mamá y papá.
La obra tiene un fuerte componente físico y emocional. ¿Qué desafíos enfrentaste al realizar un thriller en solitario, tanto a nivel físico como mental?
El primero, estar solo. Es la primera vez que lo hago. Decía ¿cómo voy a hacer? ¿Quién me va a ayudar? Si me equivoco. Ese fue el primer miedo, pero tengo de compañeros a los espectadores, por eso lo hacemos en ámbitos pequeños para poder conectar con el público, con su respiración, su emoción, con su risa y su llanto. Y después bueno, si, alto rendimiento físico, emocional y de voz. En un momento en el escenario hay 20 personajes y estoy yo solo allí. Es un entrenamiento muy fuerte.
Eres conocido por tu versatilidad como actor, tanto en teatro como en cine y televisión. ¿Qué aspectos del teatro te resultan más desafiantes o gratificantes en comparación con otros medios?
Primero, es el ritual milagroso más hermoso, imaginar que tanta gente se pone de acuerdo en un día y hora determinado para compartir con extraños y ser cómplice de lo que está sucediendo en el escenario. El teatro es para valientes y me gusta esa sensación y esa adrenalina. También la misión de contar este tipo de historias.
‘Muerde’ se ha presentado en varias ciudades y ahora en Nueva York. ¿Cómo crees que el público internacional recibe una obra con raíces tan profundas en la cultura argentina?
Creo que va a ser una gran experiencia para todos. Es muy directa la obra. Tiene lecturas miles. Cada espectador, por su punto de vista, va a ver cosas que yo nunca imaginé y sobre todo con la idiosincrasia de cada uno. No deja de conmover.
Después de tantos años en la actuación, ¿cómo eliges los proyectos en los que participas y qué te motiva a seguir desafiándote artísticamente?
Yo soy un actor muy formado que siempre me interesan los géneros. Si vengo de una época de series o películas muy oscuras, quiero saltar a la comedia o ir a lo histórico. Poder desafiarme con la lengua, con la construcción de personajes. También la función del entretenimiento y ser consciente de eso. Hace muchos años que también soy director de teatro, tengo más de 50 puestas y acabo de estrenar una nueva en Buenos Aires que trascurre en una piscina real en vez de un teatro y los actores habitan el agua. Estoy muy interesado en generar experiencias, creo que el público está necesitando experiencias más allá a que te cuenten una historia.
¿Qué mensaje esperas que el público se lleve después de ver ‘Muerde’?
De un teatro de experiencias, de empatía, de conmoción creo que el abrazo es colectivo. Lo que sucede es casi ceremonial en una función de ‘Muerde’. Lo que pasa es muy potente.
Tengo muchas ganas de conectar con los espectadores neoyorquinos y espero que sea la primera de muchas visitas más. Va a ser mi primera vez en Nueva York, no solo como actor sino como persona, así que estoy muy ansioso.
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