Por: Isaac Cohen
El hecho que la economía de Estados Unidos, según el Departamento de Comercio, creció a una tasa anual de 2.3 por ciento, indica que entre enero y marzo hubo una desaceleración, en comparación con la tasa anual de 2.9 por ciento alcanzada durante el último trimestre del año pasado.
El gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la economía, disminuyó a 1.1 por ciento durante el primer trimestre de este año, después de alcanzar 4 por ciento durante las festividades de fin de año, entre octubre y diciembre de 2017.
En contraste, entre enero y marzo pasados, el gasto de las empresas aumentó vigorosamente. Por ejemplo, la inversión fija no residencial, en edificios y equipo, aumentó a una tasa de más de 6 por ciento.
Eso puede ser una indicación que los recortes de impuestos aprobados el año pasado ya están beneficiando a las empresas, mientras que los consumidores aún no los ven reflejados en sus salarios.
No obstante, otros indicadores apoyan la expectativa que el crecimiento repuntará durante el resto de este año. Por
ejemplo, el número de personas que solicitaron seguro de desempleo disminuyó, la semana pasada, al nivel más bajo de los últimos 50 años.
Además, en este mes, la expansión económica estadounidense se convertirá en la segunda más prolongada que se ha registrado. Asimismo, el 30 de abril, el Banco de la Reserva Federal de Atlanta estimó que el crecimiento en el segundo trimestre de este año llegará a 4.1 por ciento.
* Analista y consultor internacional, ex-Director de la Oficina de la CEPAL en Washington. Comentarista de economía y finanzas de CNN en Español TV y radio, UNIVISION, TELEMUNDO y otros medios.