Un andamio fuera de control, dos trabajadores al borde del vacío y un rescate heroico que mantuvo en vilo a la ciudad. Así fue el impactante suceso que conmocionó a Manhattan.
Un incidente que dejó a miles con el corazón en la garganta, dos limpiadores de ventanas escaparon por poco de una tragedia mortal cuando el andamio en el que trabajaban comenzó a balancearse de manera descontrolada a 78 pisos de altura en un rascacielos de la calle 58 Oeste. El suceso, ocurrido el pasado viernes, fue captado en video y rápidamente se viralizó en redes sociales, mostrando la angustiosa escena que pudo haber terminado en desastre.
Según informó el Departamento de Bomberos de la Ciudad de Nueva York (FDNY), los trabajadores, cuyas identidades no fueron reveladas, no estaban asegurados correctamente al andamio. Aunque llevaban puestos sus arneses de seguridad, estos no estaban conectados a las líneas de anclaje, lo que los dejó completamente vulnerables cuando la plataforma comenzó a girar y balancearse peligrosamente.
El subjefe adjunto del FDNY, Michael Trahan, detalló que los bomberos tuvieron que actuar con rapidez y precisión. «Romper ventanas fue la única forma de acceder al andamio y estabilizarlo. Logramos asegurar a los trabajadores con líneas de seguridad y llevarlos a un lugar seguro», explicó. Afortunadamente, ambos operarios fueron atendidos en el lugar por los servicios médicos de emergencia y trasladados a un hospital, donde se reportaron en «condición estable».
El teniente jefe del FDNY, Nick Schneider, describió la situación como «extremadamente peligrosa» no solo para los trabajadores, sino también para los bomberos que participaron en el rescate. «Estábamos operando al borde de un edificio de 78 plantas. Fue una tarea muy difícil, pero no podía creer lo que veía: los trabajadores no estaban atados a nada. Les gritábamos que se sentaran, que no se movieran, porque cualquier movimiento podía ser fatal», relató Schneider.
El viento jugó un papel crucial en el incidente. Después de que los trabajadores fueron rescatados, el andamio continuó balanceándose y golpeó el edificio, provocando la caída de cristales a la calle. Las autoridades decidieron cerrar temporalmente la calle 58 entre las avenidas Octava y Novena como medida de precaución. Afortunadamente, no se reportaron heridos por los vidrios caídos.
Este incidente ha reabierto el debate sobre las medidas de seguridad en trabajos de alto riesgo, especialmente en una ciudad como Nueva York, donde los rascacielos son parte del paisaje cotidiano. Aunque los trabajadores llevaban arneses, la falta de conexión a las líneas de seguridad los dejó expuestos a un peligro inminente.
Michael Trahan enfatizó la importancia de seguir los protocolos de seguridad al pie de la letra. «Este incidente podría haberse evitado si los trabajadores hubieran estado correctamente asegurados. Es un recordatorio de que la seguridad no es un trámite, es una necesidad», afirmó.
Mientras tanto, el video del rescate continúa circulando en redes sociales, acumulando millones de reproducciones y comentarios de usuarios que no pueden creer lo cerca que estuvieron estos dos hombres de una tragedia. por: Nahuel Leto
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