Con un aumento alarmante del cáncer colorrectal (CRC) entre las personas más jóvenes, una nueva investigación da a conocer las creencias, los comportamientos y los obstáculos que se interponen en el camino de las personas de 45 años en los Estados Unidos para completar las pruebas de detección de cáncer colorrectal que pueden salvar vidas.
Exact Sciences, un proveedor líder de pruebas de detección y diagnóstico del cáncer, convocó a un comité directivo de expertos nacionales para diseñar y presentar la encuesta «I Am 45»; la encuesta más sólida jamás hecha entre personas de 45 años en EE.UU. sobre las pruebas de detección de cáncer (n=1005).
Nuevos resultados revelan por qué las personas de este segmento de edad evitan las pruebas de detección de cáncer colorrectal.
«El cáncer colorrectal es uno de los tipos de cáncer más letal, pero también uno de los más prevenibles, y las pruebas de detección de rutina a partir de los 45 años con uno de los varios métodos recomendados por las directrices son la forma más eficaz de reducir el riesgo de morir a causa de esta enfermedad», comenta Cynthia. M. Yoshida, MD, gastroenteróloga de University of Virginia Medical Center y directora médica del Programa de pruebas de detección de cáncer colorrectal de Comprehensive Cancer Center de la UVA.
«A pesar de esto, vemos que muchas personas en este grupo de edad crítico no se hacen la prueba de detección y esta investigación da un margen importante, pero preocupante, de por qué, revelando no solo uno, sino diversos obstáculos – una carrera de obstáculos virtual – para la prueba de detección de cáncer colorrectal que salva vidas».
Innumerables motivos
Según los resultados, hay innumerables motivos por los que las personas de 45 años no se hacen las pruebas de detección:
– Falta de tiempo por las responsabilidades de la vida cotidiana:
Las personas de 45 años de hoy en día están ocupadas – muchas son padres/madres o tutores legales (el 77 %), trabajan a tiempo completo o parcial (el 79 %) y hacen malabares con otras responsabilidades de la vida cotidiana que a veces podrían tener prioridad sobre las preocupaciones por su salud.
– Falta de conocimiento sobre los factores de riesgo del CRC, y cuándo y cómo detectar el CRC:
Solo el 38 % de las personas de 45 años saben que tienen la edad recomendada para empezar con las pruebas de detección de CRC de rutina – esta cifra se reduce a solo el 27 % entre los afroamericanos. Además, casi una de cada tres personas de 45 años (el 31 %) no está del todo segura o piensa erróneamente que solo necesita hacerse una prueba de detección de cáncer colorrectal si tiene historia familiar de esta enfermedad. En particular, los hispanoamericanos tienen más probabilidades de retrasar o evitar las pruebas de detección de cáncer colorrectal porque no saben cómo hacerlas (el 20 %) comparado con los americanos blancos o negros (el 10 % y el 5 %, respectivamente).
– Miedo y estigma:
Más de una cuarta parte (el 26 %) de las personas de 45 años retrasarían o evitarían las pruebas de detección de cáncer colorrectal porque tienen miedo de recibir malas noticias sobre su salud, mientras que el 24 % reporta que se siente incómodo con el proceso de algunos métodos de la prueba de detección, como un procedimiento potencialmente invasivo. Cuando les dan a elegir entre hacerse una prueba de detección de cáncer colorrectal o hacerse una endodoncia, un procedimiento habitualmente conocido por ser doloroso, uno de cada cuatro (el 25 %) preferiría hacerse una endodoncia.
– Falta de recomendación de un proveedor de atención médica (HCP):
Las personas de 45 años valoran la recomendación de un HCP, indicándolo como el factor principal (el 52 %) por el que seguramente se hagan la prueba de detección de cáncer colorrectal, pero menos de dos de cada cinco (el 37 %) dicen que su HCP les recomendó la prueba. Este número se reduce al 24 % entre los que viven en zonas rurales.
– Falta de seguro médico:
Casi una de cada 10 personas de 45 años (el 9 %) dice que retrasaría o evitaría la prueba de detección de cáncer colorrectal porque no tiene cobertura de seguro médico, y la cifra aumenta al 17 % entre los hispanoamericanos y al 14 % entre las personas que viven en zonas rurales. Además, el 18 % reportan que están preocupados por el costo asociado con la prueba de detección. El 60 % de los que no tienen seguro médico dice que no tiene previsto hacerse una prueba de detección de cáncer colorrectal, y más de dos de cada cinco hispanos (el 43 %) y los que viven en pueblos pequeños (el 45 %) dicen que con una cobertura de seguro médico seguramente se harían la prueba de detección.
– Priorización de otras áreas de la salud:
Las personas de 45 años clasifican sus tres prioridades de salud como: aptitud física/ejercicio (el 51 %); salud mental (el 50 %) y salud del corazón (el 40 %), siendo más probable que los afroamericanos prioricen el cuidado personal y la salud espiritual (el 37 % comparado con el 21 % de los americanos blancos y el 22 % de los hispanoamericanos).
– Sentimiento de juventud y buena salud:
La mayoría de las personas de 45 años (el 67 %) se consideran «jóvenes». El 68 % califica su salud general como excelente o buena, y la mayoría (el 69 %) dice que tiene una mejor salud que la de sus padres a su edad, lo que indica que su salud y las pruebas preventivas de detección de cáncer podrían no ser lo más importante.
Evitar muertes
En colaboración con The Harris Poll, con el estudio nacional se interrogó a más de 1000 personas de 45 años (la edad recomendada por las directrices nacionales para empezar a hacerse pruebas de detección de cáncer colorrectal) sobre diversos temas que afectan a su forma de pensar y a sus comportamientos relacionados con la salud y, más específicamente, con las pruebas de detección de CRC.
Tres de cada cuatro personas de 45 años (el 76 %) indicaron que había al menos un motivo por el que retrasarían o evitarían hacerse la prueba de detección de CRC, lo que posiblemente demuestre por qué muchas personas no se hicieron la detección y sugiera que los pocos que reportaron que se hicieron la prueba de detección por colonoscopia (el 21 %) o una prueba que puede hacerse en casa (el 14 %) podrían haber tenido que superar estos retos para hacerlo.
Se calcula que la implementación a nivel nacional de una prevalencia de pruebas de detección de cáncer colorrectal del 80 % para todos los adultos elegibles podría salvar decenas de miles de vidas, ya que se evitarían muchos casos y muertes.
Para las personas menores de 50 años, las tasas de incidencia de cáncer colorrectal y los diagnósticos en etapas posteriores están aumentando a un ritmo alarmante. En 2023, se calcula que diagnosticarán a 19,550 personas menores de 50 años con cáncer colorrectal y 3750 morirán a causa de este cáncer.
Esta enfermedad afecta de manera desproporcionada a diferentes grupos socioeconómicos, razas y regiones en los Estados Unidos, y se observan tasas más altas en ciertas comunidades minoritarias, como las comunidades afroamericanas, indígenas americanas o nativas de Alaska e hispanas.