En el vasto mundo de la cinematografía, Nicole Mejía no solo dirige películas, sino que también teje historias impregnadas de realismo mágico y aborda con valentía cuestiones profundas, como los efectos del trastorno de estrés postraumático (PTSD) en veteranos y las cicatrices emocionales en los supervivientes de abuso sexual. Su viaje desde las tierras hondureñas hasta la meca del cine en Hollywood se ha convertido en un fascinante viaje de descubrimiento, marcado por el compromiso con su herencia y la voluntad de explorar terrenos narrativos inexplorados.
Su última obra maestra, «A Place in the Field», va más allá de la mera narrativa cinematográfica; es un viaje inmersivo que tiñe la realidad con tonos de lo inesperado. La película, recientemente adquirida para distribución en cines por Lionsgate y Grindstone en 2023, promete llevar a la audiencia a través de un viaje emocional que desafía las expectativas convencionales.
En este poderoso drama, un veterano conmocionado por la guerra emprende un viaje por carretera para cumplir una promesa hecha a un camarada caído y se da cuenta de que debe enfrentarse a sus propios demonios para llegar a su destino.
Nicole no es ajena a los desafíos de abordar temas complejos en sus películas. Su cortometraje, «Mancha», no solo fue un ganador de la Beca LALIFF/Netflix, sino que también abordó con sensibilidad cuestiones culturales y personales, aportando una perspectiva única a su narrativa.
La película de tesis de Nicole, «My Life Stopped at 15», basada en su experiencia personal de curación tras el abuso sexual, revela un enfoque valiente al explorar las cicatrices emocionales que persisten en la vida de los supervivientes. Aquí, la directora no solo demuestra su habilidad técnica, sino también su capacidad para abordar con empatía y respeto temas difíciles.
Pero la narrativa de Nicole no se limita solo a experiencias personales. Su dedicación a explorar el impacto del PTSD en veteranos, demuestra un compromiso con la representación auténtica de las complejidades de la vida. Su enfoque meticuloso y compasivo en estas historias ha resonado profundamente, mostrando el poder del cine para generar conciencia y comprensión.
Nicole Mejía, una vez más, se erige como una voz única en la industria cinematográfica, utilizando la magia del cine para dar vida a historias auténticas y confrontar realidades difíciles. Su travesía desde Honduras hasta Hollywood no solo celebra su herencia, sino que también destaca su habilidad para construir puentes emocionales entre audiencias de todo el mundo.
¿Qué te inspiró a crear «A Place in the Field»? ¿Cuál es la historia detrás de la película?
Fue una experiencia personal con mi película ‘My Life Stopped at 15’ que trata de abuso sexual y sanar después de un trauma tan grande y eso fue lo que también use para entrar como directora en esta película, ‘A Place in the Field’, porque como yo no soy veterana, y no sabía si era elegible de contar esta historia, empecé a hablar con gente que está en la militar, veteranos, y me di cuenta de que los traumas y los dolores personales son, no iguales, pero todos los sentimos y tenemos que procesarlos de la misma manera. Si no los procesamos no podemos avanzar en la vida.
¿Cómo fue el proceso de escritura y desarrollo del guion para la película?
Me trajeron el guion unos amigos, los protagonistas de la película y me inspiro mucho la jornada de Gio, el protagonista y que él estaba buscando algo afuera de sí misma que podía ayudarlo en su camino a la sanación. También me gusto que las mujeres eran las que le ayudaban a él a ir de un lugar a otro. Es muy importante para mí tener películas con mujeres que son muy fuertes.
¿Cómo crees que «A Place in the Field» se diferencia de otras películas del mismo género o estilo?
Mucha gente nos ha dicho que las películas de veteranos siempre están gritando, que son tristes y que siempre hay muchas explosiones y cosas así, y nuestra película está lidiando con lo que es la vida después. Como uno lidia con las cosas que ha visto y triunfar.
¿Puedes compartir algunas anécdotas interesantes o desafíos que enfrentaste durante la producción de la película?
Como todas las películas de ‘Road Trip’ el carro se nos quedó parado en el medio del desierto en 110 grados, eso sí fue horrible. Estaba todo tan caliente que no pudimos hacer nada, pensábamos que nos íbamos a morir (risas).
¿Por qué decidiste grabar en Texas y Nuevo México?
Grabamos un poquito en Texas pero mucho fue en Nuevo México. Lo que me gustó mucho de Nuevo México es que es una tierra que también fue capturada por los norteamericanos y los nativos perdieron esa tierra, México perdió esa tierra. En realidad es como la perfecta metáfora de toda la película.
¿Cómo seleccionaste al elenco de actores para «A Place in the Field»? ¿Qué cualidades buscabas en los intérpretes?
Como yo era actriz antes de convertirme en directora, tengo muchos amigos que son actores, entonces casi todos son mis amigos. La única que descubrimos para esta película fue Michelle Prada y estoy tan agradecida que ella la quiso hacer porque es una gran amiga ahora. Ella elevo el proyecto y forzó a los otros actores a subir a su nivel.
¿Qué tipo de impacto esperas que la película tenga en la audiencia?
Que tengamos empatía uno con el otro. Hay tantas cosas que están sucediendo en el mundo, y tanta división; creo que si tenemos empatía unos con otros nos podemos unir y ver que juntos haciendo la pelea somos mejores.
¿Tienes un mensaje específico que deseas transmitir?
La película usa realismo mágico, que es más poético. Tampoco es todos los días que tenemos a latinos en todos los departamentos detrás de las cámaras. Quisimos darles las gracias a nuestros veteranos latinos, que son como el 40 por ciento de los veteranos, y mucha gente no sabe eso, que hay tantos latinos sirviendo este país.
¿Qué significado personal tiene esta película para ti como directora y como hondureña?
Para mí en realidad dirigir me llena mucho el corazón. Me encanta trabajar y dirigir actores. Como todos acaban de ver Barbie, y ver a América Ferrera, que es la única otra hondureña que está siendo exitosa. Para mi ser directora a ese nivel seria genial y una oportunidad que yo aspiro, porque soy muy afortunada en poder hacer esto. También poder pasar todo lo que estoy aprendiendo a otras latinas más jóvenes de la nueva generación, porque en realidad se necesita mucho talento latino en Hollywood.
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