Después de un fin de semana en el que se celebraron fiestas negligentes en bares y restaurantes en Queens y Manhattan, a pesar de la amenaza de la pandemia de COVID-19, el gobernador Andrew Cuomo dijo el lunes que ya ha tenido suficiente.
En términos no dudosos, Cuomo dijo en una reunión informativa del 20 de julio en el aeropuerto JFK que responsabilizaría a los líderes de la ciudad de detener las aglomeraciones en las calles y cerraría los negocios que no supervisarán el cumplimiento de las reglas por parte de los clientes.
«No sean estúpidos», dijo Cuomo, regañando a la clientela y los bares que los reciben. «Lo que están haciendo es estúpido e imprudente para ellos y para otras personas, y tiene que parar».
Cuomo urgió a las autoridades locales a hacer cumplir las normas y llamó a los hosteleros a respetar las directrices, recordando que no hacerlo es incumplir la ley y puede acarrear sanciones. Cuomo dijo que su política tendrá como objetivo responsabilizar a los establecimientos problemáticos retirando la licencia de licor después de tres infracciones.
El gobernador también tuvo un mensaje para los jóvenes, a los que dijo que no pueden creerse “superhéroes”, pues también corren riesgos con la COVID-19 e, incluso, si no enferman de gravedad pueden contagiar a otras personas, echando por tierra el trabajo para controlar la pandemia.
En la misma línea, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, lamentó las escenas vistas durante el fin de semana en algunos bares, en especial en el vecindario de Astoria, en Queens, donde se tomaron vídeos en los que podía verse a centenares de personas, muchas sin mascarillas, bebiendo en la calle y que se hicieron virales.
En respuesta, las autoridades han cerrado un restaurante de la zona por supuestamente violar las normas sobre servicio en terraza, que es el único que por ahora tienen permitidos estos establecimientos.
La ciudad de Nueva York entró este lunes en la Fase 4 de su reapertura, pero los bares y restaurantes siguen sin poder servir en su interior, en una medida para evitar los rebrotes vistos en otros estados del país.
“No podemos permitir que estas congregaciones continúen. Si lo hacen les diré lo que va a ocurrir: vamos a tener que dar marcha atrás en el plan de reapertura y vamos a tener que cerrar bares y restaurantes”, avisó el gobernador.
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