De hoy en adelante, falsificar una prueba de inmunización será considerado una felonía en el estado de Nueva York, de acuerdo con una legislación que ratificaría que falsificar una prueba de inmunización es un delito grave.
El anuncio lo dio el presidente de la Asamblea, Carl Heastie, y el presidente del Comité de Códigos, Jeffrey Dinowitz, cuando la ley fue aprobada por la Asamblea la semana pasada. La medida aun tiene que ser aprobada por el senado estatal.
“Está más allá de la comprensión que después del horror y la muerte que causó la pandemia en todo el mundo, y especialmente aquí en Nueva York, la gente está dispuesta a poner en peligro su salud y la de quienes los rodean mediante el uso de documentos de vacunación falsificados”, dijo el presidente de la Asamblea Heastie. “Esta legislación garantizaría que aquellos que están poniendo en peligro la salud pública con documentos falsificados puedan ser considerados responsables de sus acciones”.
La legislación recién aprobada actualizaría la ley de falsificación del estado de Nueva York para garantizar que falsificar una prueba de inmunización o poseer una prueba de inmunización falsificada con la intención de defraudar, engañar o herir se considere un delito grave de clase D o clase C, según la cantidad de registros falsificados. Las personas que a sabiendas posean registros de vacunación COVID-19 falsificados serían culpables de posesión criminal de un instrumento falsificado en primer o segundo grado. Esto incluye, entre otros, los registros de vacunación COVID-19.
“Los neoyorquinos merecen saber que cuando asisten a un evento o van a un juego de béisbol, donde se requiere prueba de vacunación, que quienes los rodean no están poniendo en riesgo a las personas al usar documentos falsificados”, dijo el asambleísta Dinowitz. “Este es un problema de salud pública, y después de la devastadora pérdida de vidas que experimentamos durante el último año, es fundamental que tomemos todas las medidas razonables para garantizar que los neoyorquinos puedan comenzar a reanudar sus vidas de manera segura”.
Esta legislación surge de informes recientes de tarjetas de vacunación COVID-19 falsificadas en Nueva York y en todo el país. La distribución y el uso de registros de vacunación falsificados es peligroso para la salud pública y para la confianza del público en la seguridad de los espacios públicos cuando asiste a eventos o lugares que requieren prueba de vacunación.