Los principales líderes políticos de Nueva York y California anunciaron hoy que irán a los tribunales para defender los derechos de los «soñadores» tras la decisión del presidente, Donald Trump, de acabar con el programa migratorio DACA.
«Le han declarado la guerra a los inmigrantes, pero no a cualquier inmigrante, no a los inmigrantes blancos, solo a los negros y latinos», lamentó el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, tras el anuncio de la Casa Blanca.
La Administración Trump anunció hoy el fin del programa DACA, aprobado en 2012 y que ha evitado la deportación de unos 800.000 indocumentados, aunque la suspensión se hará efectiva dentro de seis meses para forzar al Congreso a encontrar una alternativa.
Una decisión que fue inmediatamente criticada por el gobernador Cuomo y otros destacados políticos del estado y de la ciudad de Nueva York como el fiscal estatal Eric Schneiderman o el alcalde Bill de Blasio.
«El presidente está hablando de rescindir el programa DACA, un discurso que lo único que sirve es para alimentar la bestia del racismo», dijo Cuomo durante un acto público en el parque estatal Riverbank de Manhattan.
El gobernador denunció que el racismo es un «cáncer» en el sistema político que pone a una parte de nuestra sociedad en contra de la otra «y medidas como ésta son la principal amenaza a la que nos enfrentamos como nación».
«Nueva York no va a demonizar la diversidad. No vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras 42.000 neoyorquinos son deportados. Si el presidente Trump rescinde DACA, iremos a los tribunales», había adelantado Cuomo a través de su cuenta oficial de Twitter.
Por su parte, el fiscal general del estado de Nueva York, Eric Scheneiderman, dijo que su oficina tampoco se quedará de brazos cruzados porque hay más de 40.000 neoyorquinos protegidos por el programa DACA que pagan más de 140 millones de dólares en impuestos.
«Se han ganado el derecho de quedarse en el único hogar que han conocido», afirmó en un comunicado el fiscal Schneiderman, para quien los planes del presidente Trump de poner fin al programa DACA sería «cruel, innecesario y devastador».
Por su parte, el alcalde de Nueva York criticó el plan de Trump y anunció que irán «a los tribunales y hasta el Congreso» para luchar por los miles de «soñadores» neoyorquinos. «No importa donde hayáis nacido, debéis saber que no estáis solos», dijo De Blasio.
También se pronunció la presidenta del concejo municipal de Nueva York, Melissa Mark-Viverito, quien calificó de «paso hacia atrás» la desmantelación de DACA y anunció que usarán todos los recursos a su alcance para defender a los «soñadores» y sus familias.
Por su parte, el congresista Adriano Espaillat, afirmó que cerrar las puertas de DACA tendrá impactos «profundos y devastadores» no solo en sus beneficiarios y sus familiares, sino también en la posición e influencia de EE.UU. en el mundo.
Al otro lado del país, en la costa oeste, el fiscal general de California, Xavier Becerra, anunció que están «preparados» para denunciar y tomar las medidas legales necesarias para proteger el programa migratorio DACA.
«Como líderes de este gran estado, donde vive uno de cada cuatro beneficiarios de DACA, queremos decir que estamos preparados para defenderles y para defender el programa porque es completamente legal y es, ciertamente, plenamente estadounidense», añadió.
Las principales autoridades de California se alinearon con Becerra a la hora de rechazar la desmantelación de este programa migratorio y de tomar las medidas legales necesarias para luchar en los tribunales.
El gobernador de California, Jerry Brown, dijo a través de su secretaria ejecutiva, Nancy McFadden, que la decisión es «insensata y cruel», y añadió que ese estado «tiene sus ojos puestos en el Congreso para que haga lo que debería haber hecho hace años».