Crecer como hispana en la ciudad de Nueva York, presentó momentos de violencia y racismo para Sally Hernández-Pinero, presidenta de MetroPlus Health y miembro de la junta de NYC Health + Hospitals.
Si bien, los padres de Sally buscaban un mejor futuro para sus hijos en un vecindario predominantemente ‘blanco’ -en esa época, la decisión de mudarse a la ‘Pequeña Italia’ en El Bronx, resultó ser más perjudicial que beneficiosa para la familia puertorriqueña.
“Mami creía que donde estaban los ‘blancos’ era donde estaba la mejor educación”, expresó la Sra. Hernández-Pinero, esposa y orgullosa madre de dos hijos. “Eso pudo haber sido inteligente en cuestión de educación, pero en la vida diaria, termino siendo un crecimiento bastante violento y racista. No fue un lugar placentero para crecer”.
No obstante, la hispana de 67 años logró no solo sobresalir, sino forjar una exitosa carrera en el Sector Público. Sally Hernández-Piñero comenzó su carrera en Bedford-Stuyvesant Community Legal Services como abogada de personal y luego se convirtió en asesora general de la Agencia Hipotecaria del estado de Nueva York y presidenta adjunta del condado de Manhattan. Posteriormente se unió a la administración del ex alcalde David Dinkins como vicealcaldesa de Finanzas y Desarrollo Económico. Luego de su carrera en el sector público, la Sra. Hernández-Piñero hizo la transición al mundo corporativo.
“Espero que la gente pueda ver que mientras tengas una visión,
un enfoque y un propósito, puedes seguir adelante…»
Actualmente, trabajando para MetroPlus Health, subsidiaria de NYC Health + Hospitals, se guía del compromiso de brindar acceso a atención médica asequible y de calidad a las personas de la ciudad de Nueva York. Muchos de sus logros los atribuye al sueño inicial de su madre, quien falleció el pasado diciembre, de perseguir sus estudios superiores.
“Nos enseñó a ser muy asertivos y aunque éramos pobres, los cuatro (hermanos) fuimos a la universidad”, relató. “Ella era una persona muy poderosa y nos mantenía enfocados en lo que deberíamos estar haciendo… no queríamos decepcionarla”.
Además de fomentarle la importancia de la educación, Sally siente que sus padres también le inculcaron valores muy afines con su cultura hispana.
“Mis padres eran muy modestos y querían que fuéramos así en todo, especialmente sobre nuestros propios éxitos. Así que eso fue algo que tuvimos que aprender”, dijo. “Sigo pensando que es una buena cualidad. La segunda cosa es que mis padres eran muy compasivos. Siempre estaban recogiendo a personas de la calle para quedarse con nosotros. Ser compasivos no es algo ajeno a nosotros culturalmente”.
Con todo lo que ha logrado, Sally Hernández-Pinero tiene la ilusión de poder servir como inspiración para los jóvenes latinos.
“Si no, hice mucho trabajo por nada”, dice entre risas. “Espero que la gente pueda ver que mientras tengas una visión, un enfoque y un propósito -y mientras no pierdas de vista los valores críticos, puedes seguir adelante. No siempre es un camino claro y no siempre se ve exactamente hacia dónde se va, pero espero que les dé a los jóvenes la sensación de que no tienes que ser rico para tener éxito”.
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