Washington, 18 oct (EFEUSA).- Un juez del estado de Maryland bloqueó hoy temporalmente el tercer veto migratorio del presidente, Donald Trump, pero permitió que las restricciones para entrar a territorio estadounidense se apliquen a los ciudadanos de Venezuela y Corea del Norte.
Este es el segundo fallo que Trump recibe en contra de su veto en las últimas horas y, en ambos casos, la sentencia no afecta ni a Corea del Norte y ni a Venezuela, país este último en el que las restricciones afectan solo a algunos funcionarios y su «familia inmediata».
En un fallo emitido anoche y dado a conocer hoy, el juez de la corte federal de Maryland, Theodore D. Chuang, frenó la implementación del veto al considerar que podría discriminar a una minoría religiosa y, por tanto, violar la Primera Enmienda de la Constitución, que protege la libertad religiosa.
El magistrado considera que las declaraciones que Trump hizo en Twitter y durante la campaña presidencial de 2016 pueden ser prueba de que, en realidad, el mandatario busca crear un «veto musulmán» para prohibir la entrada a Estados Unidos de miembros de esa religión.
Corea del Norte y Venezuela no fueron incluidos en la decisión del juez porque, en esos países, casi no viven musulmanes y, por tanto, no puede probarse que Trump busca discriminar a una minoría religiosa, como ocurre en las otras seis naciones con una mayoría de musulmanes (Irán, Libia, Siria, Yemen, Somalia y Chad).
De esta forma, el tercer veto migratorio que Trump proclamó el 24 de septiembre pudo entrar en vigor para Venezuela y Corea del Norte anoche a las 00.01 horas (ET).
Según el juez de Maryland, el veto de Trump impedirá la entrada de «menos de 100 personas» desde Corea del Norte, donde los viajes a Estados Unidos están bloqueados, y desde Venezuela, donde las restricciones solo se aplican a un grupo de funcionario y no a la población.
En concreto, quedan sancionados los funcionarios de Venezuela encargados de proporcionar a EEUU información sobre la identidad de los venezolanos que ingresan a su territorio, es decir, los trabajadores del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, así como del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería, entre otras instituciones.
El Gobierno de Trump sostiene que Venezuela se niega a «compartir adecuadamente» información sobre sus ciudadanos y, por ello, ha decidido restringir la entrada de los funcionarios encargados de esa labor con el fin de presionar al Ejecutivo Venezolano a mejorar su intercambio de información con EEUU.
La mayoría de los venezolanos no sufrirán esos impedimentos porque el Gobierno de Trump es capaz de verificar su información personal acudiendo a «fuentes alternativas», cuyo origen no se especifica en la orden presidencial del veto.
No obstante, a partir de hoy, los venezolanos que estén en EEUU con un visado podrán ser sujetos de «medidas adicionales apropiadas» para garantizar que su información está actualizada y en regla.
Ya este martes, un juez federal de Hawái bloqueó temporalmente a nivel nacional la implementación del tercer veto de Trump.
El presidente proclamó el 24 de septiembre ese tercer veto con la intención de prohibir de manera indefinida la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de algunos países.
Ese tercer veto, además, sustituía al segundo, proclamado en marzo y que entró en vigor de manera parcial en junio con el objetivo de impedir durante 120 días la entrada a EEUU de refugiados y, durante 90 días, el ingreso de ciudadanos de seis países musulmanes (Irán, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia).
Poco después de llegar al poder, el 27 de enero, Trump proclamó su primer veto, que también fue bloqueado por los tribunales.