Pandillero de la MS-13 se declara culpable de cargo de homicidio en Brentwood

Pandillero de la MS-13 se declara culpable de cargo de homicidio en Brentwood
Salvadoreño Edwin Amaya Sánchez enfrenta una sentencia de prisión de entre diez años y cadena perpetua. EFE

 

Un integrante de la pandilla Mara Salvatrucha, también conocida como MS-13, se declaró culpable de cargos de homicidio con arma de fuego en relación con un asesinato cometido en julio de 2014 en Brentwood (Long Island), en Nueva York.

Edwin Amaya Sánchez, acusado de integrar una célula de esa pandilla, se declaró culpable ante el juez Joseph Bianco, informó la fiscalía federal del distrito este de Nueva York en un comunicado.

«Amaya Sánchez admitió que participó en la planificación y ejecución de un asesinato en Long Island», señaló el fiscal federal Richard P. Donoghue en el comunicado.

De acuerdo con el fiscal, Amaya Sánchez confesó que José Laínez Murcia fue asesinado el 14 de julio de 2014 mientras estaba sentado en su coche, porque era sospechoso de haber matado a miembros de la pandilla MS-13 en El Salvador.

Según la fiscalía, Amaya Sánchez, inmigrante ilegal de El Salvador y quien ya había sido deportado, conocía a la víctima, el vehículo que conducía y su horario laboral porque habían trabajado juntos.

El día del asesinato, de acuerdo con las investigaciones, Amaya Sánchez condujo a dos integrantes de la pandilla hasta el barrio de Laínez Murcia y cuando entró a su coche se le acercaron y dispararon.

Los dos hombres huyeron corriendo del lugar y fueron recogidos en un automóvil por Amaya Sánchez.

William Sweeney, de la oficina de Nueva York del FBI, subrayó que la MS-13 cree que puede operar «sin repercusiones».

Amaya Sánchez enfrenta una sentencia de prisión de entre diez años y cadena perpetua que se dará a conocer el próximo 17 de octubre. Después de cumplir la pena, enfrenta la deportación.

El liderazgo de MS-13 está basado en El Salvador y Honduras pero tienen miles de miembros en Estados Unidos, compuesto principalmente por inmigrantes de Centroamérica, y, según las autoridades, es la pandilla más violenta en Long Island.