Recientemente la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) clamó contra las informaciones de que la Administración del presidente Donald Trump prepara una redefinición del concepto de género, lo que buscaría restringir las protecciones del colectivo de personas transgénero que son aquellas cuya identidad de género no se corresponde con el sexo que se les asignó al nacer.
Se trataría de un esfuerzo por restringir la aplicación de las leyes de derechos civiles ya existentes a los transgéneros tal como lo manifiesta el activista transgénero y abogado de ACLU, Chase Strangio, quien criticó la medida que supuestamente prepara el Ejecutivo en relación con los derechos de esta minoría.
Hace unos días se dio a conocer que el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) encabeza un plan para establecer una definición legal para género bajo el Título IX de la ley de derechos civiles que prohíbe discriminar en base a este rasgo en programas de educación que reciben fondos del gobierno federal.
Para la actual administración en Washington el género debe estar definido «con una base biológica clara, fundamentada en la ciencia, objetiva y manejable» y determinado de forma inmutable y definido al nacer, lo que de facto elimina el reconocimiento a la minoría trans.
Estas informaciones tienen alarmados e indigandos a la comunidad transgénero que en los últimos años tuvo importantes avances para garantizar sus derechos civiles.
En contraparte, la ciudad de Nueva York aceptará a partir del 2019 inscribirse con un tercer género en el certificado de nacimiento, lo que facilitaría a las personas transgénero y «no binarias» a modificar ese documento oficial.
Strangio consideró que «nada hace indicar que el gobierno federal vaya a rechazar la norma de Nueva York por tener un marco no binario» y que los estados podrán mantener sus protecciones. Esto es fundamental para la gente transgénero y no binaria para tener el acceso a una identificación que afirme quiénes son.
