Activistas y legisladores demócratas exigieron al Gobierno del presidente Donald Trump que libere también a los padres de los menores que deberán salir de los centros de detención para familias tras la orden emitida a última hora del viernes por una jueza federal.
La magistrada Dolly Gee ordenó que los menores queden libres antes del 17 de julio para intentar evitar que se contagien tras la propagación del coronavirus en varios de estos centros.
El grupo Raíces, que defiende a familias inmigrantes, señaló que no es una «buena noticia» que la jueza no haya podido ordenar a ICE la liberación de los menores junto a sus padres.
Sin embargo, dejó en claro que ICE tiene la «discreción» de poner el libertad a padres e hijos al mismo tiempo, aunque Raíces recordó que el «historial y falta de voluntad» de la agencia federal en el pasado apuntan en sentido contrario.
«La pelota está ahora en la cancha de ICE, lo que significa que en realidad está en todos los nuestros para liberar a las familias JUNTAS», dijo para animar a la comunidad a llamar al Congreso para pedirles que presionen a la agencia.
Alida García, vicepresidenta de FWD.us, grupo creado por líderes tecnológicos partidarios de una reforma migratoria, instó a llamar a los representantes en Washington para que exijan a la agencia a liberar a las «familias antes de que sea demasiado tarde», pues, en su opinión, esa liberación solo sucederá si la gente «hace ruido».
Lo ideal y lo «correcto» sería que los niños salieran de los centros de detención junto a sus padres o al menos junto a uno de ellos, especialmente en un «momento tan crítico como el actual por el coronavirus», dice la directora de Nora Sandigo Children Foundation en Homestead (sur de Florida).
«Es una responsabilidad muy grande dejar a un niño solo en este momento», debe haber un adulto que se ocupe de él todo el tiempo, asevera.
Este fallo es consecuencia de una batalla legal emprendida por organizaciones proinmigrantes con el fin de que el Gobierno deje en libertad durante la pandemia a todas las personas detenidas en centros de inmigrantes.
Al menos 11 detenidos en el centro para familias de Karnes City (Texas) y cuatro empleados en el de Dilley (Texas) han dado positivo de COVID-19.
Otro grupo de activistas que abogan por los derechos de las familias inmigrantes, Families Belong Together, aseguró que no descansará hasta que «todos los niños estén seguros».
Y es que, como destacan del fallo de la jueza, las residencias para familias detenidas «están en llamas» por los contagios de COVID-19 y no hay «tiempo para medias tintas».
La presidenta del grupo Kids in Need of Defense (KIND), Wendy Young, indicó hoy que liberar «nunca ha sido tan importante» y que ICE debe cumplir «de inmediato» con la orden de la jueza y pidió que libere a los niños con sus padres para que puedan permanecer juntos mientras persiguen sus reclamos de protección en un «lugar seguro y saludable».
El fallo de la jueza Gee, que critica enérgicamente al Gobierno Trump por su actuación en este caso, afecta a 124 niños detenidos en tres centros: uno en Pennsylvania y dos en Texas.
El coronavirus ha afectado a un gran número de detenidos de ICE y los últimos informes muestran que más de 2.500 personas recluidas en centros de detención de esta agencia han dado positivo por COVID-19.