El ecuatoriano Brian Daniel Pintado se proclamó nuevo campeón olímpico de los 20 kilómetros marcha al imponerse en la prueba disputada a los pies del Trocadero y la Torre Eiffel por delante del brasileño Caio Bonfim y el español Álvaro Martín, en una carrera que sentenció con un tremendo cambio de ritmo en la última vuelta.
Subcampeón mundial el pasado año en Budapest en los 35 kilómetros, el atleta nacido en Cuenca el 29 de julio de 1995 dio el golpe de gracia justo antes de la última vuelta. Su cambio de ritmo brutal no pudo ser seguido por Bonfim y por Martín, el vigente campeón universal, que se acababan de dejar descolgado al italiano Massimo Stano, campeón en las Olimpiadas de Tokio 2020.
28 años después de que el mítico Jefferson Pérez se coronase en Atlanta’96 y 16 después de que se colgara la plata en Pekín 2008, Pintado devolvió la gloria olímpica a la marcha y a Ecuador, que se estrenó en el medallero de París 2024.
Siempre estuvo en el grupo de cabeza, como el brasileño Bonfim, quien fue el primero que rompió las hostilidades nada más iniciarse la prueba con media hora de retraso respecto al horario inicialmente previsto debido a las condiciones meteorológicas y a una tormenta, con aparato eléctrico, que se produjo en la madrugada parisina.
Pintado, seguidor del Deportivo Cuenca de fútbol, que en Río 2016 fue trigésimo séptimo y en Tokio 2020 duodécimo, confirmó su gran evolución desde entonces, exhibida en las grandes competiciones como en los pasados Mundiales. Tácticamente estuvo perfecto. Se manejó con calma en el grupo de favoritos.
Estos fueron cayendo uno tras otro hasta que a falta de tres vueltas la situación se aclaró y le dejó en cabeza junto a Bonfim, Martín y Stano. Un cuarteto de lujo para jugarse las tres medallas.
El primero que se descolgó ligeramente fue Stano y justo en el momento que iba a comenzar la última vuelta el marchador de Cuenca desplegó la tormenta perfecta, un ataque seco, incontestable, imposible de responder para Bonfim y Martín.
Imparable, se dirigió a la meta para completar la prueba y colgarse el oro con un tiempo de 1h18:55, mientras que por detrás el brasileño ganó la plata con 1h19:09 y Martín se hizo con el bronce con 1h19:11, con tan solo un segundo de ventaja sobre el italiano Massimo Stano, campeón en Tokio 2020.
Un mensaje de su hijo Nicolás, de 9 años, la noche antes de competir en los Juegos Olímpicos de París fue el talismán para Daniel Pintado, que se colgó la medalla de oro en los 20 kilómetros marcha tras una demostración de pundonor en la que fue mejor que el principal favorito, el español Álvaro Martín, doble campeón del mundo.
Hace un año, Pintado (Cuenca, Ecuador; 1995) se proclamó subcampeón del mundo de 35 kilómetros marcha en Budapest y evocó la figura del gran marchador ecuatoriano Jefferson Pérez, que durante su trayectoria profesional logró subir tres veces a lo más alto del podio internacional con tres oros, el último en 2007, hace diecisiete años.
Ese subcampeonato mundial constituyó en ese momento su principal logro internacional junto al título panamericano de 20 kilómetros marcha que logró en Lima en 2019.
En otra ciudad europea, en París, Daniel Pintado volvió a demostrar el potencial que atesora como producto de aquella generación de niños que creció con Jefferson Pérez, otro atleta de Cuenca como referente, aunque en su caso no estuvo en su escuela de atletismo. Sí lo hizo en la de otro emblema del deporte ecuatoriano, Luis Chocho, fallecido en febrero de 2021, junto a su hijo Andrés Chocho.
«Aún no lo asimilo. Esto es el premio a un trabajo invisible y una recompensa a todos los malos momentos por la distancia con la familia. Chocho me decía que viniera sin presión pero yo le decía que no, que había que sentir esa presión», dijo Pintado, al término de la prueba.
«Anoche estaba llorando en la habitación porque estaba muy nervioso y necesitaba a mi familia. Mi hijo de 9 años me mandó un mensaje en audio que me tranquilizó: «papi, sabes que te queremos, eres el mejor y pase lo que pase vas a ser siempre un campeón'».
«Sinceramente pensaba en ellos. Puse una foto de mis dos hijos en la bandera de Ecuador, mandé hacerme unos collares con la frase con ‘Dios siempre es posible’ y me puse un collar con mi hijo. Son los detalles los que nos hacen campeones porque todos estamos al mismo nivel», señaló.
Pintado, que con el oro mejora la plata de Jefferson Pérez en Pekín 2008, desveló la conversación que tuvo con su entrenador antes de competir.
«Mi entrenador me dijo que soy un vehículo de seis velocidades y que tenía que meter la sexta marcha al final. No se equivocó. Pensé que no podía pero a falta de doscientos metros estaba muy nervioso porque no asimilas aún nada. Cuando vi la cinta de París dije: ‘lo logré'», comentó.
«Esto se lo dedico a Andrés Chocho, a mis hijos Nicolás y Montserrat y a toda mi familia, en especial a mi madre, que fue la primera en creer en mi. A mi padre también, que es una persona trabajadora, y a los millones de ecuatorianos que somos», concluyó.