El senador Jim Gaughran junto a otros funcionarios electos de Long Island celebraron recientemente una reunión para para rechazar la violencia armada y manifestarse en contra de las masacres perpetradas en los últimos días en los Estados Unidos.
Tras las tragedias de tiroteos masivos ocurridas en El Paso, Texas, y en Dayton, Ohio, un grupo de activistas, líderes religiosos, políticos a nivel estatal y local se reunieron en Bethpage, Nueva York, en una manifestación pacífica para pedir al Congreso del país a que tomen medidas urgentes sobre un control de armas de sentido común.
En el evento realizado el 7 de agosto en Haypath Park, también asistieron la senadora Ana M. Kaplan, la senadora Mónica Martínez, los padres de víctimas de violencia armada, incluyendo Rita Kestenbaum, Shenee Johnson; Sobrevivientes de la violencia armada y organizaciones comunitarias como Las Mamás Demandan Acción, Neoyorquinos Contra la Violencia Armada, Long Islanders 4 Gun Safety, Juntos Lo Haremos Long Island, y Raising Voices USA.
“Es de suma importancia que el Senado legisle cuanto antes sobre este preocupante tema. Es por ello que estamos aquí haciendo un llamado masivo. Todas las comunidades merecen sentirse seguras”, dijo el senador Gaughran.
Todos los presentes coincidieron en exigir al Congreso una sesión especial y de rápida aprobación que permita legislar sobre la seguridad de las armas de fuego y así poner fin a la violencia sin sentido que ha devastado las escuelas, los lugares de culto y los lugares públicos en territorio estadounidense.
“El racismo contra cualquier grupo étnico es un crimen y va contra los principios fundamentales de los Estados Unidos”, comentó Grace O’Sullivan, una de las asistentes a la actividad en el condado de Nassau.
“No podemos permitir que nos ataquen o conviertan nuestras vidas en una afanosa carrera política. Ni el mismo presidente tiene pureza en su identidad racial”, enfatizó por su parte Aaron Sheeran, residente de Bethpage.
La manifestación en Long Island estuvo colmada de discursos cargados de tristeza que desde los micrófonos del recinto pidieron a viva voz un alto al porte y uso indiscriminado de las armas de fuego que viene generando terror en todas las comunidades del país.
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