La representante de Nueva York, Carolyn B. Maloney y el concejal Robert Cornegy Jr., se unieron a madres y defensoras de la lactancia para denunciar los recientes intentos de la Administración Trump de bloquear una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud respaldada por las Naciones Unidas que fomenta la lactancia materna.
Asimismo, hicieron un llamado para que los países limiten la comercialización engañosa de leche sustituta.
«Deberíamos apoyar todos los esfuerzos para hacer que amamantar sea más fácil y más aceptado. Deberíamos tomar una posición en contra de las corporaciones que tratan de enturbiar las aguas y confundir a las madres para que piensen que la fórmula es siempre el camino a seguir», dijo la representante Maloney.
«No deberíamos estar intimidando a otros países y tratando de diluir las resoluciones que reconocen la importancia de la lactancia materna para los bebés y que tratan de ir contra los intentos engañosos de vender sustitutos de la leche materna. Seguiré trabajando en Washington para asegurarme de romper las barreras para que cada mujer pueda elegir amamantar, y lucharé para proteger los derechos que ya hemos ganado».
Los efectos en la salud de la lactancia materna son reconocidos a nivel mundial y aplican a las madres y niños en países desarrollados, como los EE.UU., así como a aquellos en países en desarrollo.
La leche materna ayuda a proteger contra una serie de enfermedades infantiles, incluidas las infecciones del oído, la diabetes juvenil, el linfoma, algunas enfermedades hepáticas crónicas y las alergias.
«Una vez más, la Administración Trump ha demostrado que las ganancias corporativas son más importantes que el bienestar del pueblo estadounidense», dijo el concejal Cornegy.
«Como esposo y padre de 6 niños, he experimentado de primera mano los serios impedimentos que enfrentan las madres lactantes para amamantar a sus hijos de manera segura y gratuita. No me quedaré de brazos cruzados mientras esta administración pone las ganancias de las empresas multimillonarias por encima de la salud de los recién nacidos y madres lactantes».
La Organización Mundial de la Salud y la Academia Estadounidense de Pediatría recomiendan seis meses de lactancia exclusiva para todos los bebés.
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