Otra semana de incertidumbre vivieron los más de 800 mil “Soñadores” protegidos con DACA, que a lo largo y ancho de los Estados Unidos tratan de continuar con sus vidas, estudiando, trabajando y aportando, mientras su futuro pende de un hilo, al vaivén de las indecisiones de los políticos en Washington.
Tanto republicanos como demócratas siguen sin tomar una decisión real y comprensiva. Una decisión sin partidismos, que permita aprobar una ley que lleve a los beneficiarios del programa DACA, a lograr un camino a la legalización de su estatus migratorio.
Miembros de ambos partidos están enfrascados en debates infructuosos y peligrosamente cambiantes. Después del “Cierre de Gobierno” del viernes pasado, el Senado votó este lunes, a favor de una propuesta presupuestaria para reabrir el gobierno federal de forma temporal hasta el próximo 8 de febrero.
Así, los demócratas consintieron aprobar este presupuesto provisional a cambio de la promesa del líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, de permitir que un proyecto de ley de inmigración se someta a votación el mes próximo.
En otras palabras, los demócratas liderados por el veterano senador neoyorquino, Charles Schumer, no consiguieron nada concreto para continuar negociando un acuerdo integral a favor de los “Soñadores”.
Al parecer, los demócratas se han contentado con más promesas del partido en el poder, que sí ha sabido mover bien sus fichas para ganar tiempo y no caer en el cierre total de gobierno, mientras mantienen la política antiinmigrante de la Administración Trump, que entre otros puntos, prioriza gastar millones de dólares en la construcción de un muro fronterizo con México.
Mientras tanto, los “Soñadores” siguen desprotegidos; contando los días para que la fecha límite en febrero, les sorprenda con una situación diferente y mejorada. Los jóvenes y sus familias inmigrantes en Nueva York y todo el país permanecen en el limbo pidiendo que el ‘DREAM Act’ ofrezca un camino hacia la ciudadanía.
Hasta el momento, los crudos números indican que unos 16 mil “Soñadores” han perdido su estatus de protección DACA desde que Donald Trump acabó con el programa en el 2017. A los que se les agregan unos 122 jóvenes diariamente perdiendo sus puestos de trabajo, licencias de conducir y el sustento necesario para mantener a sus familias.
Esa es la preocupante realidad de los “Soñadores”, cuyo único delito es aspirar a vivir legalmente en un país que consideran suyo, al que aman y construyen con esfuerzo …
Aunque tal vez, esas no sean sufi cientes razones para que en Washington aceleren el paso y resuelvan una situación que evite que más de 800 mil inmigrantes en EE.UU. regresen a las sombras.