El Departamento de Defensa informó hoy del despliegue en el océano Pacífico de tres grupos de combate dirigidos por sendos portaaviones y, aunque quiso desvincular esta maniobra de la tensión con Corea del Norte, reconoció que es una muestra del poder militar estadounidense.
«La maniobra no está dirigida a ninguna amenaza en particular, pero es una demostración de que podemos hacer algo que nadie más en el mundo puede», dijo la portavoz del Pentágono, Dana White, durante una rueda de prensa celebrada en Washington.
Según un comunicado de la Armada, los portaaviones USS Nimitz, USS Reagan y USS Theodore Roosevelt, escoltados cada uno de ellos por sus respectivos grupos de combate, se han incorporado a la Séptima Flota, que opera en aguas de la región Asia-Pacífico.
La maniobra podría ser interpretada como una demostración de fuerza ante Corea del Norte, cuyos recientes ensayos con armamento nuclear han generado una gran preocupación en la zona y han provocado un rechazo internacional que ha llevado al Consejo de Seguridad de la ONU a aprobar varias baterías de sanciones.
Sin embargo, estas sanciones se antojan insuficientes para el presidente Donald Trump, quien en los últimos meses se ha enzarzado en un cruce de declaraciones con su homólogo norcoreano, Kim Jong-un, que apenas han servido para aumentar la tensión entre Washington y Pyongyang.
«Yo no haría una lectura más allá de que es una oportunidad para operar tres agrupaciones de portaaviones juntas, buscamos hacer eso siempre que podemos», afirmó el teniente general Kenneth McKenzie, director del Estado Mayor Conjunto.
Se trata de la primera vez que la Armada de Estados Unidos realiza una operación con tres portaaviones desde 2007, informó el militar, quien recalcó que este tipo de maniobra «no se organiza en una noche», aunque no negó que se haya planificado a raíz de la tensión de los últimos meses con Corea del Norte.
Asimismo, McKenzie admitió que la incorporación de estos tres buques a la Séptima Flota, que lleva cerca de setenta años desplegada en la zona, tiene un «efecto tranquilizador significativo» para sus aliados en la región.
Precisamente, estos días el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Joseph Dunford, se encuentra en Corea del Sur donde ha querido transmitir el «compromiso» de Estados Unidos con sus aliados.