El senador Jim Gaughran y el asambleísta Charles Lavine han introducido una legislación (S.6803) para modernizar el anticuado estatuto de muerte injusta de Nueva York y permitir que las familias de las víctimas de violencia armada busquen daños por supuesta pérdida emocional.
Esto incluirá la recuperación por daños no económicos, como sufrimiento y angustia emocional, cuando alguien muere por el uso intencional de un arma mortal.
Esto proporcionará un recurso por dolor y sufrimiento a los padres que pierden a un hijo debido a la violencia armada. La mayoría de las otras demandas en Nueva York permiten reclamos no económicos, excepto acciones por homicidio culposo.
“Este proyecto de ley proporcionará un recurso desesperadamente necesario para las familias que pierden a un ser querido debido a la violencia armada sin sentido. Traerá el estatuto de muerte injusta de casi 150 años de Nueva York en línea con el resto del país y permitirá protecciones financieras a las familias en duelo», dijo el senador Jim Gaughran. “El proyecto de ley también desempeñará un papel crucial en la seguridad pública al incentivar a los fabricantes a hacer sus productos más seguros y poner fin a la epidemia de violencia armada que enfrenta nuestro país», agregó.
Este proyecto de ley alineará el estatuto de muerte injusta de casi 150 años de Nueva York con otros 41 estados que ya permiten daños no económicos cuando un ser querido es asesinado.
Esto se basaría en los avances que Nueva York realizó en esta sesión legislativa con respecto a la seguridad con armas de fuego, al comenzar los siguientes pasos para abordar la violencia armada en el ámbito de la salud pública.
“Durante demasiado tiempo, los padres y las familias de los niños han pagado un precio emocional exorbitante por perder a un niño por el comportamiento imprudente de la violencia armada. Ampliar la ley de Nueva York para permitirles a estas familias rotas una pequeña sensación de alivio dándoles el derecho legal de recuperarse financieramente de una pérdida devastadora es un paso en la dirección correcta para recuperar la paz al hacer responsables a los fabricantes de armas», indicó el asambleísta Lavine.
Al expandir los daños recuperables por este tipo de acciones de muerte injusta, el Estado puede disuadir futuros comportamientos criminales y al mismo tiempo garantizar que la familia de la víctima tenga recursos financieros adicionales a su disposición.
A pesar de las fuertes protecciones de seguridad de armas de Nueva York, la afluencia de armas ilegales de otros estados como resultado de regulaciones federales laxas sigue siendo un problema.
La ausencia de litigios y reglas de seguridad del producto para armas de fuego es una combinación potencialmente peligrosa para la seguridad pública.
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