Las balaceras en las escuelas se han convertido en la nueva epidemia de nuestra sociedad. Apenas a la mitad de año, y ya se han suscitado 23 tiroteos en centros de estudios donde alguien ha sido herido o muerto. Según la cadena de noticias por cable CNN, la estadística es impresionante, el promedio de estos incidentes es de más de una por semana.
En nuestra área, políticos locales han sido muy vocales sobre los estragos de la violencia armada. Precisamente en abril, el presidente del condado de El Bronx, Rubén Díaz Jr., organizó el evento «¡Ya basta!» / «¡Ni Una Muerte Más!», donde brindó a los líderes comunitarios y funcionarios electos la oportunidad de escuchar las preocupaciones de los más afectados por la violencia armada en el sistema escolar.
Ahora, siendo junio el Mes de la Concientización Sobre la Violencia Armada, el presidente del condado ahonda sobre la importancia de modificar las leyes a nivel nacional para evitar futuras tragedias.
“Aquí en el estado de Nueva York tenemos las leyes en contra de las armas más fuertes que cualquier otro estado de los Estados Unidos. El problema es que cuando se habla de la violencia, aquí en esta ciudad y en este estado, estamos viendo que la mayor parte de las armas las están comprando legalmente en otros estados y las están trayendo aquí o vendiendo aquí ilegalmente.
¿Qué sugiere para evitar que la importación ilegal de armas siga ocurriendo?
– Nosotros estamos haciendo un llamado para que tengamos leyes uniformes para controlar la venta de armas en toda la nación para evitar que aunque tengamos las leyes más fuertes aquí, las compren en otros estados y las traigan a la ciudad de Nueva York.
A la misma vez, estamos viendo una crisis en actos de violencia dentro de las escuelas fuera del estado de Nueva York y estamos viendo que estos jóvenes tienen acceso a armas que ningún humano, solamente aquellos que están en el ejército, deben de tener.
¿Habrá seguimiento al foro “¡Ya basta!” / “¡Ni Una Muerte Más!” que organizó después de la tragedia de Parkland, Florida?
– Yo sé que la conversación sigue en las diferentes escuelas. Lo que sucedió [en el foro] fue algo histórico donde se escucharon las voces de nuestra juventud.
Siempre cuando se hace un foro donde se está hablando de una crisis o de un problema, siempre estamos escuchando a los oficiales electos o a los adultos, esta conversación fue algo donde nosotros estuvimos allí para escuchar las recomendaciones e inquietudes de nuestra juventud.
¿Cuál considera es la conversación más importante sobre la violencia armada que se está teniendo en este momento?
– Hemos visto por primera vez como el liderazgo de la juventud es la que ahora está dirigiendo el discurso y el debate. Hace un par de meses vimos la marcha de nuestros jóvenes en Washington, D.C. y de aquí de nuestras oficinas auspiciamos cinco autobuses llenos de jóvenes del condado de El Bronx.
Yo creo que ahora el discurso está cambiando y el congreso va a tener que escuchar a nuestra juventud, y ojala que en un futuro veamos un cambio en liderazgo en Washington y ver que estas leyes a nivel del país cambien para que los jóvenes no tengan que pensar que los van a matar adentro de sus salones.
Además de cambios a las leyes de armas, ¿qué otras acciones se pueden tomar a nivel local?
– Tenemos que juntar los recursos para tener más consejeros en las escuelas. La realidad es que ahora los casos de violencia en la ciudad de Nueva York -la mayor parte vienen de gente que se conoce.
Antes nuestros padres nos enseñaban a no hablarles a los extraños, hoy en día una persona tiene más probabilidades de ser atacada violentamente por una persona que conoce, como vecino o [compañero] de la misma escuela.
Esto es porque nuestra sociedad ha perdido la forma de comunicarse y de hablar o resolver algo, verbalmente. Eso es lo que estamos trabajando ahora en nuestras escuelas, trabajando con maestros, organizaciones y consejeros para poder enseñarles a nuestros estudiantes como comunicar sus diferencias.
Si bien las balaceras en las escuelas son aterradoras, la realidad es que la comunidad afroamericana y la latina han sufrido por décadas, de violencia armada. ¿Cómo lo está abordando en su condado?
– Lo que el público debe saber, que aunque no somos perfectos, la realidad es que las cifras nos enseñan que el año pasado fue el año más seguro en términos de violencia y homicidios aquí en el condado desde 1951.
Todavía no somos perfectos, estamos trabajando con la policía y con el Departamento de Educación, estamos trabajando con los padres, con los niños y diferentes organizaciones que están dando consejo a nuestra juventud para tratar de evitar que un desacuerdo llegue al nivel de violencia. Estamos hablando con nuestra juventud para dejarles saber que hay otras maneras de resolver nuestras diferencias.
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