El presidente Donald Trump promocionó la ofensiva de su administración contra la MS-13 durante su segundo viaje a Long Island, Nueva York, en menos de un año para discutir sobre la pandilla callejera en una mesa redonda con funcionarios locales.
Las autoridades han arrestado a más de 300 miembros de MS-13 en Long Island desde el año pasado, la mayoría de ellos niños que cruzaron la frontera sin sus padres, dijeron funcionarios de la administración durante la reunión televisada en el Centro de Seguridad Nacional Morrelly en Bethpage.
«Explotaron las lagunas en nuestras leyes para ingresar a nuestro país como menores extranjeros no acompañados», dijo Trump. «Se ven inocentes. No son inocentes».
Durante su visita a Brentwood en julio pasado, el presidente generó controversia cuando sugirió que los oficiales de policía del condado de Suffolk no deberían proteger a los prisioneros de golpearse la cabeza mientras los colocaban en la parte trasera de los patrulleros. Los policías de Suffolk dijeron después que no aceptarían el consejo de Trump.
La administración consideró a la MS-13 una de las principales prioridades de los investigadores federales el año pasado.
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions. también visitó a Long Island el año pasado para enfatizar ese punto después de que los miembros de la banda ultraviolenta transnacional supuestamente cometieron un cuádruple asesinato en Central Islip.
Los asistentes al foro del miércoles incluyeron a los padres de las adolescentes de Brentwood, Nisa Mickens y Kayla Cuevas, quienes fueron asesinadas por la pandilla en 2016, dos víctimas de al menos 25 asesinadas por la MS-13 a nivel local en los últimos dos años.
Trump también había invitado a los padres de Mickens, Elizabeth Alvarado y Robert Mickens, y a los padres de Cuevas, Evelyn Rodríguez y Freddy Cuevas, a su primer discurso sobre el Estado de la Unión en enero.
2.000 mareros en LI
También asistieron al encuentro con Trump el Representante de los Estados Unidos Peter King (R-Seaford), su colega Congresista Lee Zeldin (R-Shirley), la Ejecutiva del condado de Nassau Laura Curran, la Comisionada de policía del condado de Suffolk Geraldine Hart y el Comisionado de policía del condado de Nassau Patrick Ryder.
«Necesitamos mejorar un poco en nuestro intercambio de inteligencia», le dijo Ryder al presidente durante la mesa redonda. Afirmó que le gustaría que sus investigadores obtengan información más rápida de los agentes de la patrulla fronteriza federal.
La Casa Blanca calculó que había 2.000 miembros de la MS-13 en Long Island. Ryder notó que sus investigadores identificaron 500 de estos pandilleros en Nassau, la mitad de los cuales dijo que estaban activos. En tanto, Suffolk no proporcionó estadísticas de cuántos presuntos mareros ha identificado su policía.
Hart agradeció al presidente por una reciente subvención de aplicación de la ley de $ 500,000, pero señaló que Suffolk también es el destinatario de la mayoría de menores inmigrantes no acompañados fuera de cualquier jurisdicción de la nación.
El foro se realizó el mismo día en que la rival demócrata de Trump, Hillary Clinton, respaldó la reelección del gobernador Andrew Cuomo a un tercer mandato durante la convención del partido en la Universidad de Hofstra.
También llegó en vísperas de la baja del presidente del GOP de Nassau, Joe Mondello, después de 35 años para convertirse en el embajador de Trump en las islas caribeñas de Turkos y Caicos.
Y vino cuando el ex ejecutivo del condado de Nassau Ed Mangano, quien, durante una manifestación de la campaña de 2016 en Bethpage, endosó al entonces candidato Trump, esperaba el veredicto de un jurado en su juicio federal por corrupción.
Inmigrantes vulnerables
Al igual que las últimas visitas de Trump, manifestantes opuestos a las políticas de inmigración del presidente se reunieron afuera del evento. Ellos afirman que la administración está pintando injustamente a todos los inmigrantes indocumentados como criminales y que la comunidad inmigrante es más vulnerable a la MS-13.
«No odio, no hay miedo, los inmigrantes son bienvenidos aquí», gritaban los manifestantes fuera del edificio.
«Estamos aquí hoy para dejar que Donald Trump sepa que no puede criminalizar a los jóvenes y que sus tácticas son peligrosas», dijo Susan Gottehrer, directora del capítulo de Nassau de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York.
«No puede ingresar al condado de Nassau y elegir a nuestros funcionarios, elegir a nuestra gente y crear divisiones, y criminalizar a los jóvenes muy vulnerables».
A su vez, el padre de Mickens dijo que los manifestantes necesitan considerar la perspectiva de ser padres de una víctima asesinada por la pandilla.
«Esta es una pelea que, en mi opinión, debería haber estado sucediendo hace mucho tiempo», dijo. «Estos niños realmente necesitan dejar de lastimarse unos a otros. Porque si no lo hacen, no tendremos un futuro», puntualizó.
– Con informes adicionales de Mia DiMeo
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