El megaproyecto East Side Access de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) para llevar el Long Island Rail Road (LIRR) a Grand Central Terminal, aumentará el servicio de trenes locales en un 40% una vez que la nueva estación, muy por debajo del centro de tránsito de Midtown, abra para el servicio de pasajeros en diciembre.
La gobernadora Kathy Hochul volvió a comprometerse el martes a terminar el plan de infraestructura de tránsito de más de dos décadas conocido como East Side Access antes de fin de año, y le dio un nuevo nombre: Grand Central Madison.
“Renovemos toda la experiencia, dejemos que las personas tengan un nombre diferente que realmente signifique algo para ellos”, expresó Hochul a los periodistas el 31 de mayo. “Cuando hablas de un lugar tan icónico como Grand Central, no puedes cambiar eso”.
La gobernadora habló durante una conferencia de prensa con funcionarios de tránsito dentro de la nueva terminal. La estación y el vestíbulo de 700,000 pies cuadrados tendrán ocho nuevas vías, lo que permitirá a la MTA trasladar algunos viajes del LIRR desde Penn Station a Grand Central, que alberga el otro tren suburbano de la MTA, el Metro-North Railroad.
La nueva estación reducirá en unos 40 minutos los viajes de ida y vuelta entre Long Island y el East Side de Manhattan, según la gobernadora.
La estación será la nueva parada más grande del LIRR en 112 años desde que la antigua Penn Station, diseñada por los arquitectos McKim, Mead y White, se inaugurara en 1910, junto con sus túneles que conectan el East River con los suburbios. Una vez que abra Grand Central Madison, la MTA aumentará el servicio de LIRR diario durante la hora pico de la mañana de 113 trenes a 158, mientras que en la tarde y la noche aumentarán de 98 a 158 trenes.
El servicio de Brooklyn aumentará un 28%, según la agencia de tránsito.
Los cambios reducirán parte del servicio del LIRR a Penn Station, con 10 trenes menos yendo a ese centro de tránsito, pero el presidente y director ejecutivo de la MTA, Janno Lieber, dijo que el impacto para los pasajeros allí será «muy moderado», ya que 65 trenes nuevos se dirigirán hacia Grand Central.
“El impacto para todas aquellas personas que tienen más comodidad o se dirigen hacia el este de Midtown, que es la mayor concentración de empleos en la ciudad de Nueva York, es un gran beneficio”, explicó Lieber. “Y las personas que van a Penn probablemente verán una situación un poco menos concurrida porque mucha gente se mudará al East Side”, agregó el jefe de tránsito. “Creo que es un beneficio neto, no solo para todos, sino también para los pasajeros de Penn”.
La agencia publicará los nuevos horarios propuestos a finales de esta semana, y la MTA realizará cuatro reuniones públicas virtuales por la noche para recibir comentarios de los pasajeros sobre los ajustes de horario programados, a partir del 23 de junio.
Cambiar la ruta de los trenes a Grand Central también le dará a la MTA más espacio para poner en marcha la propuesta de Hochul para renovar la estación Penn, dijo Lieber.
“Cuando aproximadamente la mitad de los clientes de Long Island Rail Road se trasladen a la terminal más conveniente en Grand Central Madison… significa que tendremos el recinto y el espacio para hacer las mejoras a Penn Station que la gobernadora ha previsto y nos ha puesto en camino”, indicó Lieber.
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