Las nuevas reglas del Gobierno del presidente Donald Trump tienen un «efecto devastador» sobre más de 700.000 beneficiarios del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y 300.000 amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS), afirmaron grupos activistas.
El grupo FWD.US publicó un informe que enfoca lo que describe como «las devastadoras consecuencias humanas, económicas y políticas de los continuos intentos del presidente Trump para terminar DACA y TPS.
«La terminación de estos dos programas no solo dañaría directamente a más de una persona, sino que devastaría familias, comunidades y economías en todo el país», añadió.
Por su parte TheDream.US y la Alianza Presidencial sobre Educación Superior e Inmigración publicaron un informe que centra la atención sobre la forma en que un memorando del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a fines de julio opera desalentando y rechazando las solicitudes de permisos DACA.
A fines de julio el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) anunció cambios en las reglas que afectan a los amparados por DACA y rechazan las solicitudes de nuevos «soñadores» que buscan ser incluidos en el programa creado en 2012 por decreto del entonces presidente Barack Obama y que ha diferido la deportación de jóvenes que fueron traídos ilegalmente al país cuando eran menores de edad.
El TPS otorga un permiso de permanencia en el país, con la posibilidad de trabajar legalmente, para los ciudadanos de países afectados por desastres naturales o conflictos violentos.
En 2017, Trump decretó la cancelación de DACA y las querellas judiciales han conducido el asunto al Tribunal Supremo, que podría dar un fallo después que inicie su sesión el 5 de octubre.
«En medio del caos y el sufrimiento causado por nuestro sistema de inmigración gravemente averiado, DACA y TPS han proporcionado un salvavidas. Seguiremos luchando por la dignidad y el respeto a pesar de los esfuerzos continuos de Trump para atacar a familias, niños y comunidades con su política inhumana de inmigración», declaró Marissa Molina, directora en Colorado de FWD.US.
El informe de TheDream.US encontró que 62 % de quienes respondieron a su encuesta indicaron que el nuevo periodo de solo un año para las renovaciones de los permisos DACA constituye «una barrera sustancial» para la renovación.
Esta percepción es aun más pronunciada cuando la pregunta se refirió al impacto de las nuevas reglas sobre la educación universitaria, y 82 % de los encuestados consideraron que las modificaciones en las normas representan una barrera para la educación superior.
La encuesta contó con la participación de 1.760 beneficiarios de DACA, de los cuales 15 % están en California, 14 % en Texas, otro 14 % en Nueva York, 13 % en Florida y el resto en otros estados.
El informe de FWD.US sostuvo que «la campaña (electoral) y la Presidencia de Donald Trump se han definido por su asalto contra las familias y comunidades inmigrantes desde el momento en que lanzó su candidatura en 2015».
«El Gobierno de Trump ha convertido un sistema de inmigración averiado por mucho tiempo en una arma para aplicar una serie de políticas que ha resultado en un ataque xenofóbico sin precedentes contra nuestras familias, comunidades y economía», agregó.
El informe citó un estudio del Centro Pew según el cual entre el 27 de julio y el 2 de agosto pasados, 60 % de los votantes registrados opinaron que el creciente número de inmigrantes en Estados Unidos fortalece a la sociedad estadounidense, comparado con el 37 % que opina que ese flujo de extranjeros es una amenaza para las costumbres y valores tradicionales del país.
Las percepciones sobre el impacto de la inmigración en la sociedad estadounidense, indicó el informe de Pew, varían sustancialmente según la orientación política de los encuestados. Mientras 65 % de los votantes que apoyan a Trump opinan que la inmigración es una amenaza para la sociedad estadounidense, 84 % de los votantes que se inclinan ahora por la candidatura presidencial del demócrata Joe Biden creen que esa inmigración fortalece al país.
«Los beneficiarios de DACA y quienes tienen TPS y que han vivido por décadas en Estados Unidos encaran el temor y la incertidumbre a pesar de sus vínculos de larga data y las contribuciones invaluables que han hecho a nuestras comunidades», señaló FWD.US.
«La mayoría de los estadounidenses están de acuerdo en que el Congreso debería aprobar, de inmediato, una ley bipartidista que proteja a esta población de la deportación, de manera permanente, para que puedan seguir viviendo, trabajando y contribuyendo al país que conocen como suyo», acotó.
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