A partir de la próxima semana, la ciudad de Nueva York se acercará aún más a tener nuevamente un sistema de metro de 24 horas.
El gobernador Andrew Cuomo y la Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA) anunciaron el lunes, que levantarían los cierres nocturnos del metro impuestos hace nueve meses debido a la pandemia.
El presidente de la MTA, Pat Foye, dijo que, a partir del lunes 22 de febrero, el metro se cerrará al público solamente entre las 2 y las 4 de la mañana, a diferencia del cierre nocturno de 1 a 5 a.m. que ha estado vigente desde el 6 de mayo, cuando la agencia decidió cerrar el sistema de metro para llevar a cabo los esfuerzos de limpieza.
“Nueva York está comenzando un regreso a la normalidad. Mientras contemplamos la reapertura de la ciudad y la economía, en las últimas semanas hemos estado planificando nuestra propia reapertura y regreso del servicio nocturno, y hemos determinado que un cierre nocturno abreviado es un paso apropiado hacia el regreso de 24 horas, mientras continuamos nuestro régimen de limpieza. Lo hemos estado haciendo durante muchos meses y continuaremos haciéndolo», dijo el lunes la presidenta interina de NYC Transit, Sarah Feinberg.
Aunque el cierre nocturno del servicio de metro ha sido visto públicamente como más dañino que útil, debido a la falta de opciones de transporte para aquellos elegibles para las vacunas COVID-19 y con algunos funcionarios electos con representantes sindicales llamando al período de cierre una receta para el crimen, la MTA y el gobernador han sido vagos en cuestión de fechas para poner fin al cierre, afirmando que el servicio volverá cuando la pandemia se declare oficialmente finalizada.
“Decenas de miles de pasajeros dependen del servicio de metro durante la noche”, dijo Danny Pearlstein, director de políticas de Riders Alliance. “La reapertura parcial del gobernador es un importante paso adelante. Los pasajeros continuarán presionando para una reapertura completa a la luz de la clara capacidad de la MTA para limpiar trenes y la urgente necesidad de tener más ojos en el sistema para mantener seguros a los neoyorquinos».
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