De acuerdo con el Contralor de la Ciudad, Scott Stringer, los cruceros anclados en las terminales de Brooklyn y Manhattan están provocando que el aire local sea irrespirable.
En la carta enviada al presidente de la Corporación de Desarrollo Económico de la ciudad, James Patchett, Stringer declaró que los cruceros trasatlánticos que se encuentran inactivos en las Terminales de Cruceros de Brooklyn en Red Hook y Hell’s Kitchen en Manhattan, están bombeando toneladas de residuos de diésel al aire cada año.
Stringer afirmó que 214 cruceros estuvieron anclados e inactivos en ambos puntos el año pasado. Tan sólo un crucero que se encuentre inactivo por 24 horas, puede llegar a emitir tanto diésel como 34,400 tractores-remolques en reposo.
Dentro de la carta a Patchett, el organismo de control fiscal de la ciudad insistió que se desarrollará un “plan integral” para reducir las emisiones producidas por los cruceros y de esta manera hacer que el aire en Hell’s Kitchen y Red Hook sea de mejor calidad para los residentes de estas áreas. Así mismo, Stringer señaló que ambas comunidades tienen una calidad de aire más pobre que sus respectivos distritos y la ciudad.
Stringer señaló que: “Aunque los cruceros traen cientos de miles de visitantes a los puertos de la ciudad de Nueva York cada año, estos mismos barcos también son responsables de arrojar gases de escape tóxicos que inducen al asma en barrios que ya están sufriendo con una de las peores calidades de aire de la ciudad». También mencionó estar: “de acuerdo con los neoyorquinos que viven en Hell’s Kitchen y Red Hook que han tenido que sufrir el impacto de esta asfixiante y venenosa contaminación durante demasiado tiempo».
El contralor de la ciudad insistió en que Patchett desarrolle planes que incluyan un mayor uso de «enchufes en tierra», que permitan a los barcos conectarse directamente a la red eléctrica de la ciudad mientras están atracados, eliminando así la necesidad de estar semi activos.
Asimismo, Stringer añadió que la Terminal de Cruceros de Brooklyn ya cuenta con un sistema de energía en tierra, con un costo de 21 millones de dólares, pero sólo un tercio de los barcos que son anclados en ese sitio lo utilizan.
En una declaración a amNew York Metro, la EDC respondió: «Abordar las implicaciones medioambientales relacionadas con los barcos que hacen escala en las terminales de cruceros de Brooklyn y Manhattan es una prioridad para nuestra organización. Si bien reconocemos que la energía en tierra es una forma de reducir las emisiones, hay varias técnicas y fuentes de combustible adicionales que están ganando popularidad dentro de la industria. Pronto iniciaremos un estudio de planificación para examinar la viabilidad de la plena aplicación y ampliación de las conexiones de energía en tierra en nuestras terminales y esperamos compartir los resultados con el público».
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