La comunidad dominicana del área triestatal se encuentra de luto tras la muerte del legendario cantante de merengue Rubby Pérez, una de las más de 200 víctimas fatales de la reciente tragedia ocurrida en la discoteca “Jet Set” en República Dominicana. La catástrofe ha sido catalogada como la peor del siglo en el país caribeño.
En medio del dolor y la conmoción, el restaurante La Nueva España, ubicado en el 606 W 207TH ST, del Alto Manhattan, organizó un emotivo homenaje en honor al artista. Amigos, familiares y seguidores se reunieron en el local para recordar la trayectoria del intérprete, cuya poderosa voz marcó la historia del merengue.

“Rubby cantó aquí gratis, de corazón. Era una estrella con una humildad que no se ve todos los días. Por eso quisimos rendirle tributo”, expresó Nieves Mejía, propietaria del restaurante. “Estamos consternados. Pero Dios tiene la última palabra.”
Además del acto en Nueva York, el Teatro Nacional Eduardo Brito en Santo Domingo también sirvió como escenario para despedir al artista, cuya música resonó durante décadas tanto en el país como en el exterior.

Con un saldo de al menos 221 muertos y más de 189 rescatados, el pueblo dominicano busca respuestas. La indignación crece entre los ciudadanos que señalan una posible negligencia por parte de los propietarios de la discoteca.

“Es una vergüenza que ese lugar haya seguido abierto. Deberían convertirlo en un monumento para las víctimas”, opinó Aidé Domínguez, residente dominicana en Nueva York.
Mientras el Ministerio Público en República Dominicana abre una investigación para esclarecer las causas del siniestro, la diáspora dominicana honra la memoria de quienes partieron, en especial la de Rubby Pérez, cuya voz —dicen— seguirá sonando en sus corazones.

