En el 2016, Kayla Cuevas, de 16 años, y Nisa Mickens, de 15, fueron asesinadas por la pandilla MS-13 en Brentwood, Long Island. Hoy, dos años después, sus padres han dado una profunda lección de amor: ser promotores de la campaña que recogió fondos para la cirugía de corazón de dos niños inocentes en El Salvador, el país de origen de aquellos pandilleros que acabaron con la vida de sus hijas. Así los padres demostraron que en medio del dolor y de la violencia solo puede sobrevivir el amor.
“No hay odio en nuestros corazones, no tenemos porqué albergar ese sentimiento. Lo que estamos haciendo demuestra que después de la tragedia que vivimos solo estamos obligados a generar amor porque es la única manera de terminar con la violencia de las pandillas”, resalta Fredy Cuevas, padre de Kayla.
Para Evelyn Rodríguez y Fredy Cuevas, padres de Kayla y para Liz Alvarado y Rob Mickens, padres de Nisa, después de perder a sus hijas, la alternativa era iluminar la vida de otros, por eso dicidieron unirse a las entidades “Regalo de Vida” y Brentwood Rotary Challenge, las cuales trabajan en conjunto para proveer operaciones del corazón y tratamiento a niños en El Salvador.
Luz en la oscuridad
“Después del horrible capítulo en las vidas de estas dos familias, ellos han decidido salir de la oscuridad e iluminar la vida de los padres de niños que nacen con defectos congénitos del corazón”, destacó Robbie Donno, fundador de la organización Regalo de Vida, la cual se encargó de la operación y desde el 2009 trabaja en conjunto con el gobierno de El Salvador, el hospital Benjamin Bloom y la entidad Latinos Esperanza para proveer atención médica a niños que nacen con enfermedades congénitas del corazón.
El 8 de agosto del presente año Johana Elizabeth Reyes, de 7 años de edad, y el 2 de junio, Ricardo Adonay Murga, de 2 años, tuvieron una exitosa operación de corazón en el hospital Benjamin Bloom de El Salvador gracias a los fondos donados en honor a Keyla Cuevas y Nisa Mickens, las víctimas más conocidas a nivel nacional por la violencia generada por la pandilla MS-13 en Long Island, ya que el presidente Trump las ha presentado públicamente en varias ocasiones.
“Hoy es un gran día. Este gesto es una invitación a abandonar el odio y sembrar amor. Será la luz para todos los padres que esperan un milagro para salvar las vidas de sus hijos con un trasplante de corazón”, recalcó Donno quien anunció que en los próximos meses 8 niños más serán operados en El Salvador con los fondos recogidos por la Brentwood Rotary Chellenge.
Ricardo volvió a vivir
Para los padres de los niños operados era necesario conocer a los padres de Kayla y Nisa, y el momento llegó a través de una videoconferencia realizada el pasado jueves entre El Salvador y la Biblioteca Pública de Brentwood.
Una cita a la que solo pudo llegar Giovanna Linares en El Salvador, madre de Ricardo, quien viajó junto con su pequeño y su hija mayor por 5 horas sin importar las inclemencias en la carretera, llevando al niño recién operado del corazón para tener la oportunidad de agradecerle a las entidades por la vida que le habían regalado a Ricardo.
“Gracias a ustedes mi hijo nació de nuevo”, dijo Giovanna y explicó todo el dolor por el que ha pasado Ricardo desde que nació, al dar a luz por cesaría los médicos le explicaron que el niño venía con una malformación en su corazón.
“Yo recuerdo que cuando nació lo vi muy morado, y desde ese momento mi hijo ha tenido que pasar por muchas cosas, transfusiones de sangre, pruebas médicas, etc… Ahora tiene una nueva vida, antes lloraba mucho pero desde que tiene este nuevo corazón, es un niño alegre y juguetón. Gracias a ustedes su vida ha cambiado para siempre”, dijo esta madre a los padres de Kayla y Nisa, miembros de “Regalo de Vida” y el doctor Melvin Moisa, quien estuvo a cargo de la operación.
“Mi hija continúa iluminando. Siento que es el mejor homenaje a ellas, la manera de que su espíritu alegre siga viviendo”, destacó Liz Alvarado, madre de Nisa al recibir el agradecimiento de la madre salvadoreña.
Pronto estas familias se conocerán personalmente, en un viaje a El Salvador que los padres de Nisa y Kayla tienen planeado hacer.
“Hemos estado pendientes de la evolución de estas operaciones y del estado de salud de los dos niños que recibieron los corazones. Me despierto cada día pensando en que su salud sea buena, vamos a ayudar siempre que podamos a los niños de El Salvador con enfermedades congénitas del corazón”, puntualizó Alvarado.
“Como salvadoreño me siento sumamente conmovido con este gesto. Hablamos de unos padres que decidieron dejar el dolor atrás y ayudar a la gente”, dijo por su parte Luis Montes, ex cónsul de El Salvador en Long Island, presente en la videoconferencia en Brentwood, representando la oficina de la legisladora Mónica Martínez.
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