Las bodegas son una institución neoyorquina, no obstante, una nueva competencia presentada por empresas de tecnología que ofrecen entregas rápidas de comestibles, amenaza con eliminar a la bodega de la esquina.
“La idea es salvar bodegas y evitar que se lleguen a cerrar por un modelo de negocios, como los almacenes cerrados con mucho capital que ofrecen lo mismo que las bodegas, un ‘delivery’ a una o dos esquinas, en 10 o 15 minutos”, inicio la conversación José Bello, fundador de Mi Bodega En línea, quien junto a las bodegas, está buscando contraatacar lanzando una campaña de recaudación de fondos para financiar su propia aplicación móvil, mybodega.online, que les ayudará a competir con los micro almacenes conocidos como «tiendas oscuras» (dark stores en inglés).
A pesar de que existe una tradición en Nueva York de que las bodegas ofrecen ‘delivery’ (entrega a domicilio) a los vecinos del área, las bodegas aun no cuentan con la tecnología para competir con estas grandes compañías.
“Nosotros hemos encontrado una solución para que no se queden atrás como se quedaron los Taxis… tenemos la tecnología para pelear”, reveló Bello. “Antes de que nos destruyan, vamos a usar tecnología para poder competir, y no esperar tres años cuando ya están cerradas la mitad de las bodegas. Vamos a sacar la aplicación (APP) ahora. El app existe y funciona. Es en inglés, pero vamos a ponerlo en mandarín, árabe y español en un futuro cercano”.
La aplicación móvil promovida por los bodegueros los ayuda a modernizar su sistema de entrega para pasar de recibir pedidos por teléfono a recibir pedidos en línea. Los propietarios de las tiendas utilizan su propio personal para realizar entregas locales y pagan una pequeña tarifa por el mantenimiento de la aplicación móvil. Por su parte, los neoyorquinos reciben entregas gratuitas de un personal conocido que trabaja en las bodegas.
“Las bodegas pertenecen a nuestros barrios. No es solo donde uno busca comestibles, es donde uno busca consejos. Es un centro de información hiper-local del barrio. La bodega es única porque refleja el barrio donde esta,” explicó. “Nosotros no competimos con las bodegas, nosotros las ayudamos a vender más. Lo que queremos es tener más bodegas en el app y necesitamos un presupuesto para el mercadeo y echar esto para adelante”.
Para poder ‘echar’ la iniciativa adelante, la United Bodegas of America (UBA) y la Asociación de Bodegas y Pequeños Comerciantes unió fuerzas con la Asociación de Comerciantes de Yemeníes Americanos (YAMA) para pedir a sus miembros y simpatizantes que contribuyan a apoyar esta campaña de recaudación de fondos –y poner en marcha el app mybodega.online.
“La iniciativa es ayudar a las bodegas a ponerse al día con la tecnología para que la bodega venda más. Ese es la meta de esta campaña”, continuó Bello. “Tener más dinero para que las bodegas sirvan a la comunidad. Es una recaudación de fondos del pueblo, contrario a la opción que tienen estas compañías”.
De acuerdo con Bello, de las seis «tiendas oscuras» compitiendo contra las bodegas en Nueva York, cinco cuentan con medio millón de dólares mientras la sexta compañía, tiene 1.3 millones de dólares a su favor.
“Es una cantidad de dinero inmensa que se está lanzando en Nueva York. Todo este dinero va en contra de la bodega de la esquina que puede proveerte lo que estas compañías no pueden”, aseguró.
Un ejemplo de lo negativo de este modelo de negocio adoptado por estas grandes compañías de entrega de comestibles fue explicado por Bello de la siguiente manera: “Muchas de las compañías que existen ahora de ‘delivery’ se enfocan en restaurantes, pero no abren restaurantes, solo ayudan a los restaurantes a vender más. ¿Por qué en el área de los comestibles ellos quieren abrir la competencia directa? No lo hacen con los restaurantes. ¿Porque no usar la tecnología para ayudar a las bodegas?”, cuestionó.
“Hay 60 mil personas, mínimo, trabajando directamente en las bodegas. Si agregas las familias que dependen de una persona trabajando en una bodega, estamos hablando de 240 mil habitantes. Es un numerito importante”, dijo.
Asimismo, según Bello, hay un promedio 20 bodegas por cada supermercado en la ciudad de Nueva York, estableciéndose en lugares con altos índices de criminalidad y desiertos de comida, que son evitados por las empresas de supermercado. La importancia radica en que mantienen los empleos en la comunidad, “y la comunidad se queda con las bodegas”.
“Claro que el dinero se queda localmente. Hay veces en una esquina tienes tres bodegas que sirven a públicos diferentes”, indicó Bello, “además, el precio de los comestibles en el app es el mismo precio de la bodega, no hay un incremento”.
La meta de la iniciativa mybodega.online es llegar a 37 mil dólares para “salvar bodegas con tecnología”.
“Hay tantas cosas en contra de las bodegas en este momento: la renta, renegociación del contrato de arrendamiento, criminalidad, abastecimiento, incremento del costo de la comida, los reguladores que vienen según ellos a poner una multa por cosas mínimas, y además de esto, ahora tenemos esta invasión de seis compañías que quieren ser bodegas”, expuso Bello. “No queremos eliminar las bodegas del paisaje del barrio, porque sería otro Nueva York. En Nueva York debe de haber unas 10 mil bodegas activas y hacer que estas bodegas desaparezcan, por un modelo de negocio que no las incorpora, es problemático”.
Como neoyorquinos, Bello asegura que está en nuestras manos ayudar a salvar las bodegas.
“¿Qué queremos? ¿Que las bodegas sigan funcionando o que todo sea Amazon, que todo sea electrónico? Creo que es un valor muy importante que la gente apoye esta iniciativa”, suplicó.
Para apoyar a las bodegas visita igg.me/at/savebodegas o busca en el internet «Save Bodegas with Technology» para donar. Cada una de las donaciones recibirá algo a cambio.
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