El santo salvadoreño Óscar Romero, asesinado en El Salvador por un francotirador de los escuadrones de la muerte, el 24 de marzo de 1980, comparte a partir de este domingo el nombre de una calle en la ciudad de Nueva York.
La designación de la calle, que conservará también su antiguo nombre, ha sido una iniciativa del concejal Ydanis Rodríguez y de la congregación de la iglesia de HolyRood.
De este modo, la avenida 179, situada en el barrio de Washington Heights, en el norte de Nueva York, comparte desde hoy su nombre con el de calle de San Romero de América, en honor al religioso recientemente canonizado.
Nacido en la población salvadoreña de Ciudad de Barrios en 1917, Monseñor Romero fue beatificado el 23 de mayo de 2015 en una ceremonia organizada en la Plaza Divino Salvador del Mundo, en San Salvador.
Durante la ceremonia de canonización, celebrada en El Vaticano, el pasado 10 de octubre ante 7.000 salvadoreños, el papa Francisco calificó a Romero como «un pastor insigne del continente americano» que «supo encarnar con perfección la imagen del buen Pastor que da la vida por sus ovejas».
Romero se caracterizó por denunciar constantemente en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil y otras violaciones a los Derechos Humanos, sobre todo a partir de marzo de 1977, cuando fue asesinado su amigo, el sacerdote Rutilio Grande, promotor de comunidades cristianas de base.
Monseñor Romero fue asesinado mientras oficiaba una misa en la capilla del hospital de cáncer Divina Providencia de San Salvador, poco antes del estallido de la guerra civil salvadoreña (1980-1992).
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, que desde el 10 de abril de 2015 tiene la consideración de «Hijo Meritísimo de El Salvador», fue ordenado sacerdote en 1942, consagrado obispo en 1970 y arzobispo de San Salvador en 1977, el mismo año en el que fue elegido vicepresidente de la conferencia Episcopal de El Salvador.
En 1979 fue candidato al premio Nobel de la Paz.
La Comisión de la Verdad, que investigó los crímenes ocurridos durante la guerra, dictaminó, en su informe de 1993, que Monseñor Romero había sido asesinado por orden de Roberto d’Aubuisson, fundador del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA, derecha), que gobernó el país entre 1989 y 2009.