El estado de Nueva York viene recuperando la normalidad al disiparse el humo procedente de los incendios forestales de Canadá, que en los pasados días empeoró la calidad del aire y llevó a un aumento en las visitas a hospitales públicos por casos de asma.
El efecto de la contaminación fue sobre todo notable el pasado miércoles, cuando se impuso sobre la Gran Manzana una espesa bruma naranja con notable olor a humo, mientras que se continuaba con la alerta hasta la medianoche del viernes por contaminación pese a que se los cielos se veían mucho más despejados.
La calidad del aire fue mejorando paulatinamente este fin de semana, no obstante el Departamento de Salud recomendó a las personas con problemas respiratorios y cardíacos que no bajen la guardia y reduzcan su tiempo en el exterior, o que lleven púesta una mascarilla facial.
Según datos divulgados por el Departamento, el miércoles hubo 309 visitas a emergencias en los hospitales por casos de asma frente a las 162 del día anterior. Aunque las visitas por problemas respiratorios fueron muchos más (1.123), estuvieron en la línea de lo habitual, con solo 12 casos más que en la víspera.
Bajo esta situación, algunos índices internacionales de medición de la contaminación del aire situaron a Nueva York en los últimos días entre las tres o las dos ciudades más contaminadas del planeta, junto a urbes como Dhaka (Bangladesh), Lahore (Pakistán), Tel Aviv (Israel) o Nueva Delhi (India).
En comparación, el índice IQAir -que tuvo varias horas a Nueva York como la segunda urbe del mundo más contaminada- situó el viernes a la Gran Manzana en el puesto 59, con un aire más limpio que otras urbes de país como Detroit o Los Ángeles.
Tras varios días sumidas en una espesa bruma de partículas de humo, ciudades como Nueva York o Washington amanecieron el fin de semana con una moderada calidad del aire mientras la nube procedente de los incendios en Canadá continúa dispersándose hacia el sur, un problema sanitario que tuvo en alerta por aire insalubre afectando a unos 75 millones de personas, sufriendo los peores niveles de contaminación registrados en décadas.
El humo que ahogó a millones de personas en Norteamérica desde hace días es fruto de 441 incendios forestales que están activos en estos momentos en Canadá, una cifra muy superior a lo normal debido a los efectos del cambio climático.
Desde enero, las llamas han quemado 3,8 millones de hectáreas de bosque y vegetación en Canadá cuando la cifra media en la última década había sido de 250.000 hectáreas. Las autoridades canadienses han afirmado que el país se está preparando para su peor temporada de incendios forestales.
En tanto, el presidente estadounidense, Joe Biden, ofreció ayuda al primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Estados Unidos ya ha desplegado más de 600 bomberos para ayudar a combatir las llamas en Canadá desde mayo. El humo de los incendios, que fue detectado visiblemente por los satélites de la NASA, ha sido detectado incluso en Noruega, según científicos de ese país.
Exposición tóxica
Tras lo sucedido, la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que el estado fabricará un millón de máscaras N95 para que la población pueda estar prevenida ante sucesos similares.
La exposición al humo de los incendios forestales o la exposición a las condiciones de mala calidad del aire puede causar una serie de problemas de salud y tener impactos negativos en las personas, que incluyen:
– Pulso elevado
– Dolor en el pecho
– Inflamación e irritación en los ojos, la nariz o la garganta.
– Tos
– Estornudos
– Rinorrea
– Dificultad para respirar
Estas condiciones son especialmente peligrosas para los neoyorquinos vulnerables con condiciones médicas como asma y/o enfermedades del corazón.
El Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York (NYSDEC) y el Departamento de Salud del Estado de Nueva York (DOH) emiten Avisos de Salud sobre la calidad del aire cuando los meteorólogos del DEC pronostican que los niveles de contaminación, ya sea ozono o partículas finas, superen el valor del Índice de calidad del aire (AQI) de 100.
El reciente aviso se debe a las partículas finas transportadas por el viento desde los incendios forestales en Canadá. El AQI se creó como una manera fácil de correlacionar los niveles de diferentes contaminantes en una escala, donde un valor AQI más alto indica un mayor problema de salud.
El Pronóstico AQI más reciente se puede ver ingresando a https://www.dec.ny.gov/cfmx/extapps/aqi/aqi_forecast.cfm .
Cómo protegernos
En caso de volver a sufrir una situación de mala calidad de aire por contaminación tome en cuenta estos consejos del gobierno estatal de Nueva York para que las personas se mantengan seguros:
– Limite el tiempo al aire libre para reducir la exposición al humo.
– Mantenga las ventanas de las casas y edificios cerradas.
– Evite las actividades extenuantes: La actividad al aire libre en todos los grupos debe limitarse o minimizarse cuando sea posible, ya que las personas con asma, alergias u otras afecciones pueden verse afectadas.
– Evite la exposición prolongada: Individuos con vulnerabilidades de salud, como enfermedades cardiovasculares o pulmonares, al igual que aquellas que están embarazadas.
– Para aquellos que deben viajar al aire libre durante períodos prolongados, las máscaras de alta calidad y bien ajustadas ayudan a reducir la exposición.
Un mapa de peligro de incendios actualizado está disponible en el sitio web de DEC (https://www.dec.ny.gov/lands/68329.html). Si bien la prohibición de quemar en todo el estado ya no está vigente, la quema de arbustos solo debe realizarse cuando sea absolutamente necesario. Está prohibido quemar basura u hojas durante todo el año en el estado de Nueva York.
Para obtener más información sobre seguridad y prevención de incendios, visite la página web de FIREWISE New York del DEC en https://www.dec.ny.gov/lands/42524.html .