El fiscal general, Jeff Sessions, aseguró que se opone a que los jóvenes indocumentados que se han beneficiado del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) puedan acceder a la ciudadanía mediante una eventual legislación del Congreso.
Durante una audiencia en el Comité Judicial del Senado, Sessions dijo que esa era su posición tanto personal como en calidad de fiscal general, pero no llegó a atribuir la misma postura al resto del Gobierno o al presidente, Donald Trump.
«Mi opinión, que he expresado durante años, es que alguien que entra ilegalmente al país, si se les da algún tipo de estatus legal, no deberían conseguir todo lo que se suele dar a la gente que espera adecuadamente y entra legalmente» a Estados Unidos, afirmó Sessions.
«Así que no me he mostrado a favor de la ciudadanía para aquellos que entran ilegalmente», agregó, en respuesta a preguntas del senador republicano Ted Cruz.
Sessions aseguró que el Departamento de Justicia «no ha asumido una posición» sobre si el Congreso debería legislar para encontrar una solución permanente que ampare a los beneficiarios de DACA, dado que el Gobierno de Trump ha anunciado que ese programa se acabará el 5 de marzo de 2018.
No obstante, recordó que Trump «ha dejado la puerta muy abierta» a una solución legislativa, y dijo que «eso sería algo legal y adecuado que el Congreso podría hacer».
El programa DACA, proclamado en 2012 por el expresidente Barack Obama, protegió de la deportación a unos 800.000 jóvenes indocumentados conocidos como «soñadores», que entraron como niños a Estados Unidos y que cumplían ciertas condiciones.
Actualmente están acogidos al programa 690.000 «soñadores», según datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).
El senador Cruz aseguró durante la audiencia que, según algunas estimaciones, hay «casi 2 millones» de jóvenes indocumentados que podrían beneficiarse de una posible solución legislativa del Congreso, y Sessions replicó que es necesario «pensar cuidadosamente» si la eventual ley debería ampararlos a todos.
«Al presidente le importa esta gente, pero también cree que la política migratoria de esta nación debería servir el interés nacional y estar más basada en el mérito», indicó Sessions.
El secretario de Justicia agregó que es necesario «evaluar» la posibilidad de que, si la legislación permite a los «soñadores» obtener permisos de residencia permanente, eso lleve a sus familiares a inmigrar también a Estados Unidos.
Trump envió hace diez días al Congreso sus principios para una futura reforma migratoria, que abría la puerta a proteger a los «soñadores» mediante la vía legislativa.
No obstante, ese plan exige también obtener fondos para construir un muro en la frontera con México, agilizar la expulsión de menores centroamericanos, contratar a más agentes y limitar la concesión de visas mediante un sistema de méritos.