Hace siete años, nuestra ciudad fue golpeada por un huracán que ni siquiera tocó tierra en nuestra localidad, aun así, causó una devastación sin igual en nuestra área.
Ya sea que lo llames huracán o tormenta, Sandy diezmó las áreas costeras de la ciudad de Nueva York, Nueva Jersey y Long Island cuando llegó el 29 de octubre de 2012. Al tocar tierra a más de 100 millas de distancia cerca de Atlantic City, la increíble tormenta de Sandy inundó el Bajo Manhattan, y dio un golpe devastador a las zonas costeras de Staten Island, Brooklyn y Queens.
A medida que la ciudad comenzó a recuperarse, hubo una determinación colectiva de fortalecer la ciudad para la próxima tormenta y hacer más para proteger a los residentes en las zonas costeras de la inundación de futuras tormentas. Se han hecho progresos, no obstante, a siete años de Sandy, aún seguimos demasiado vulnerables.
Gran parte de la vulnerabilidad radica en la revisión de los mapas de las zonas de inundación que aún no se han finalizado, tantos años después. El medio de noticias en línea ‘The City’, informó el lunes que «los burócratas de la ciudad y de Washington, están al menos a cinco años de crear un conjunto común de mapas de inundaciones».
Debido a esa incertidumbre, reina la confusión para cualquier propietario que viva en la costa de la ciudad de Nueva York. No todos los propietarios de viviendas en las zonas de inundación están obligados a comprar un seguro contra inundaciones, pero cualquiera que lo haga, se enfrenta a primas mucho más altas, calculadas, en muchos casos, según estimaciones de los mapas revisados de la zona de inundación.
El resultado final es que miles de propietarios de viviendas en las zonas costeras de la ciudad de Nueva York, ocho de cada 10, como informó The City, no tienen seguro contra inundaciones para sus hogares.
Si otro huracán Sandy golpea esta ciudad, es probable que lo pierdan todo y que tengan dificultades para reconstruir, si es que lo pueden hacer.
Es simplemente inaceptable que esta situación persista. El gobierno municipal, estatal y federal debe eliminar la burocracia que impide el avance en los mapas revisados de inundaciones. También se deben tomar medidas en todos los niveles del gobierno para que se aplique algún tipo de límite a los aumentos de las primas del seguro contra inundaciones, de modo que sea asequible para todos los propietarios de viviendas que lo necesiten.
Asegurar que la infraestructura de la ciudad resista la próxima tormenta es solo la mitad de la batalla. También debemos asegurarnos de que los propietarios trabajadores de esta ciudad puedan hacer lo mismo.