Síntomas, riesgo, detecciones y prevención del cáncer colorrectal

Síntomas, riesgo, detecciones y prevención del cáncer colorrectal
Marzo es el Mes Nacional de Concientización sobre el Cáncer Colorrectal. Foto: EFE

Marzo es el «Mes Nacional de Concientización sobre el Cáncer Colorrectal», un tiempo clave para ayudar a visibilizar esta enfermedad e inspirar a más personas a hacerse la prueba de detección a partir de los 45 años.

Al respecto los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) ofrecen a la comunidad información actualizada sobre los síntomas, factores de riesgo, detecciones y prevención del cáncer de colon.

El cáncer es una enfermedad en la que las células del cuerpo crecen descontroladamente. Cuando el cáncer se origina en el colon o el recto, se denomina cáncer colorrectal. A veces se le llama cáncer de colon, para abreviar. El colon es el intestino grueso. El recto es el conducto que conecta el colon con el ano.

A veces, se forman crecimientos anormales, llamados pólipos, en el colon o el recto. Con el tiempo, algunos pólipos pueden convertirse en cáncer. Las pruebas de detección pueden detectar pólipos para extirparlos antes de que se conviertan en cáncer. Estas pruebas también ayudan a detectar el cáncer colorrectal en una etapa temprana, cuando el tratamiento es más eficaz.

Si usted tiene 45 años o más, consulte con su médico sobre las pruebas de detección. Si cree que puede tener un mayor riesgo de cáncer colorrectal, hable con su médico sobre cuándo comenzar las pruebas de detección, qué prueba es la adecuada para usted y con qué frecuencia.

 

Los síntomas

 

El cáncer colorrectal puede causar varios síntomas. El dolor, las molestias o los cólicos abdominales pueden ser síntomas de este tipo de mal.

Los pólipos colorrectales (crecimientos anormales en el colon o el recto que pueden convertirse en cáncer si no se extirpan) y el cáncer colorrectal no siempre causan síntomas, especialmente al principio. Podría tener pólipos o cáncer colorrectal sin saberlo. Por eso es tan importante hacerse pruebas de detección con regularidad.

Si presenta síntomas, estos pueden incluir:

– Cambios en los hábitos intestinales.

– Sangre en las heces.

– Diarrea, estreñimiento o sensación de que el intestino no se vacía completamente.

– Dolor, molestias o cólicos abdominales persistentes.

– Pérdida de peso y no sabes por qué.

Si usted tiene alguno de estos síntomas, consulte con su médico. Podrían deberse a algo más que cáncer. La única manera de saber qué los está causando es consultar con su doctor.

 

Síntomas, riesgo, detecciones y prevención del cáncer colorrectal
Concientización del cáncer colorrectal de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. Foto: CDC

 

Las pruebas de detección

 

Existen varias pruebas, algunas de las cuales se pueden realizar en casa. La mayoría de las personas deben comenzar las pruebas de detección del cáncer colorrectal poco después de cumplir los 45 años.

Una prueba de detección se utiliza para detectar una enfermedad cuando una persona no presenta síntomas. (Cuando una persona presenta síntomas, se utilizan pruebas diagnósticas para determinar la causa de los síntomas).

El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (US Preventive Services Task Force) recomienda que los adultos de 45 a 75 años se realicen pruebas de detección de cáncer colorrectal. La decisión de realizarse pruebas entre los 76 y los 85 años debe tomarse de forma individual.

La mayoría de las personas deben comenzar las pruebas de detección del cáncer colorrectal poco después de cumplir los 45 años y luego continuar realizándoselas regularmente. Sin embargo, es posible que deba hacerse las pruebas antes, o con mayor frecuencia que otras personas, si presenta:

– Enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.

– Antecedentes personales o familiares de cáncer colorrectal o pólipos colorrectales.

– Un síndrome genético, como la poliposis adenomatosa familiar (PAF) o el cáncer colorrectal hereditario sin poliposis (síndrome de Lynch).

Existen varias pruebas de detección para detectar pólipos o cáncer colorrectal. El Grupo de Trabajo describe estrategias para la detección del cáncer colorrectal. Es importante saber que si el resultado de su prueba es positivo o anormal en algunas pruebas de detección (análisis de heces, sigmoidoscopia flexible y colonografía por tomografía computarizada), se requiere una colonoscopia para completar el proceso.

La colonoscopia es similar a la sigmoidoscopia flexible, excepto que el médico utiliza un tubo más largo, delgado, flexible e iluminado para detectar pólipos o cáncer en el recto y en todo el colon. Durante la prueba, el médico puede detectar y extirpar la mayoría de los pólipos y algunos tipos de cáncer.

La colonoscopia también se utiliza como prueba de seguimiento si se detecta algo inusual durante alguna de las otras pruebas de detección. La recomendación de la frecuencia de esta prueba es cada 10 años (para personas sin mayor riesgo de cáncer colorrectal).

Las pruebas de detección del cáncer colorrectal podrían estar cubiertas por su seguro médico sin deducible ni copago. Para más información sobre la cobertura de Medicare, visite www.medicare.gov o llame al 1-800-MEDICARE (1-800-633-4227). Los usuarios de TTY deben llamar al 1 (877) 486-2048. Consulte con su plan de seguro médico para saber qué beneficios cubre la detección del cáncer colorrectal.

 

Los factores de riesgo

 

El riesgo de padecer cáncer colorrectal aumenta con la edad. El estilo de vida y los síndromes genéticos también pueden aumentar su riesgo. Otros factores de riesgo incluyen:

– Enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.

– Antecedentes personales o familiares de cáncer colorrectal o pólipos colorrectales.

– Un síndrome genético, como la poliposis adenomatosa familiar (PAF) o el cáncer colorrectal hereditario sin poliposis (síndrome de Lynch).

Los factores del estilo de vida que pueden contribuir a un mayor riesgo de cáncer colorrectal incluyen:

– Falta de actividad física regular.

– Una dieta baja en frutas y verduras.

– Dieta baja en fibra y alta en grasas, o alta en carnes procesadas.

– Sobrepeso y obesidad.

– Consumo de alcohol.

– Consumo de tabaco.

 

La prevención

 

La manera más eficaz de reducir el riesgo de cáncer colorrectal es hacerse pruebas de detección con regularidad, a partir de los 45 años.

Casi todos los cánceres colorrectales comienzan como pólipos precancerosos (crecimientos anormales) en el colon o el recto. Estos pólipos pueden estar presentes en el colon durante años antes de que se desarrolle un cáncer invasivo.

Es posible que no presenten síntomas, especialmente en las primeras etapas. Las pruebas de detección del cáncer colorrectal pueden detectar pólipos precancerosos para que puedan extirparse antes de que se conviertan en cáncer. De esta manera, se previene el cáncer colorrectal.

Las pruebas de detección también pueden detectar el cáncer colorrectal en sus etapas iniciales, cuando el tratamiento es más eficaz.

Algunos estudios sugieren que las personas pueden reducir su riesgo de desarrollar cáncer colorrectal mediante:

– Aumentar la actividad física.

– Mantener un peso saludable.

– Llevar una dieta baja en grasas animales y rica en frutas, verduras y cereales integrales.

– Limitar el consumo de alcohol.

– Evitar el tabaco.