El 11,5 % de los cerca de 13 millones de personas en Estados Unidos que han recibido al menos la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19 en el primer mes de la campaña nacional son de origen hispanos, informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Según el reporte, entre las 6.706.697 personas vacunadas cuya raza/etnia se conocía, 60,4 % eran blanco, 14,4 % fueron categorizados como de múltiple raza o etnia, 11,5 % hispanos, 6 % eran asiáticos, 5,4 % afroamericanos, 2 % eran nativos americanos y 0,3 % originarios de las islas estadounidenses del Pacífico.
Según los CDC, debido a que se ha descubierto que las personas afroamericanas, nativos y los hispanos sufren una mayor incidencia de COVID-19 que las personas blancas, es fundamental un control cuidadoso de la vacunación por raza.
El informe destaca que la interpretación de los datos está limitada por el alto porcentaje de registros con información de raza/etnia desconocida o incompleta.
¿Vacuna equitativa?
El informe demográfico de los CDC indica además que de las 12.924.116 personas cuya edad se conocía y que representan cerca del 4 % del total de la población del país, 55 % tenían 50 años o más, 16,8 % tenían entre 40 y 49 años y 28,2 % de 18 a 39 años.
Durante el primer mes del programa de vacunación contra el coronavirus en EE.UU., que se desarrolló del 14 de diciembre de 2020 al pasado 14 de enero, 63 % de los que se vacunaron eran mujeres.
Y los CDC explican que ese perfil demográfico – 63 % mujeres, 55 % con 50 años o más y 60,4 % blancos, «probablemente refleja» las características de las personas (personal sanitario y residentes en centros de ancianos) que forman parte del grupo de prioridad de la primera fase de vacunación.
De esta forma, los CDC vienen a responder a la alerta de que los grupos minoritarios se estarían quedando atrás en el proceso de vacunación, a pesar de que están sobrerepresentadas en el número de casos y de víctimas mortales de la enfermedad.
Los hispanos representan 18,5 % de la población de EE.UU., mientras que los afroamericanos son el 13,4 % del total, los blancos el 76,3, los asiáticos el 5,9 % y los nativos el 1,3 %.
Además, el informe señala que si la vacunación solo se proporcionó a las personas en los grupos prioritarios de la Primera Fase, la cobertura entre los 24 millones de personas incluidas en estos grupos podría haber sido tan alta como el 50 % del total.
Sin embargo, alertan, estos datos podrían ser una sobrestimación debido a casos como el de Florida y Texas, donde se amplió el acceso a la vacuna contra el COVID-19 a todas las personas de 65 años o más.
Según concluye el informe de los CDC, «a medida que se amplía el programa de vacunación, es fundamental garantizar una administración eficiente y equitativa a las personas en cada categoría de prioridad de vacuna sucesiva, especialmente a aquellas con mayor riesgo de infección y resultados de salud graves».