Casi un centenar de jóvenes interrumpieron hoy en San Francisco una conferencia de prensa de la líder demócrata de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, a la que dijeron que rechazan la posibilidad de ser moneda de cambio en negociaciones con el presidente Donald Trump.
Los manifestantes sorprendieron a la demócrata con una protesta en la que exigieron la legalización para los once millones de indocumentados al grito de «Todos nosotros o ninguno».
Con la consigna «queremos una ley que proteja a los jóvenes indocumentados pero que no lastime a nuestros padres», los «soñadores» interrumpieron una conferencia de prensa en la que la demócrata defendía a los amparados bajo el programa de Acción Diferida (DACA).
Entre las demandas se escucharon las peticiones de un alto a las deportaciones y los operativos de los agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
«Ella nos forzó a hacer esto, por ocho años ella no protestó por las deportaciones en ocho años, hoy no pudo decir que no iba a decir algo tan simple como evitar las deportaciones, espero que hoy sí nos haya escuchado», dijo a los medios Luis Angel, activista de The Immigration Liberation Movement, organizadora de la protesta.
La Administración Trump anunció el pasado 5 de septiembre el fin de DACA y otorgó seis meses para que el Congreso apruebe una ley para aclarar la situación de los «soñadores».
Posteriormente, la pasada semana, Pelosi y el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, anunciaron que habían alcanzado un acuerdo con Trump para proteger a los «soñadores» y negociar un paquete presupuestario para financiar la seguridad fronteriza, sin incluir fondos para construir el muro con México.
A la mañana siguiente, el propio Trump desmintió ese pacto y dijo que «debería acordarse una seguridad fronteriza importante para lograr el consentimiento».
Desde que se filtró a la prensa la intención de un buen número de republicanos condicionan el apoyo a la ley a obtener fondos para reforzar la seguridad en la frontera, los «soñadores» criticaron esta posibilidad y aseguraron que no aceptarían ser moneda de cambio en estas negociaciones.
Antes de ser interrumpida, Pelosi dijo a los asistentes que tanto ella como los demócratas exigirán que el proyecto de ley que proteja a los cerca de 800.000 «soñadores» incluya un camino a la ciudadanía.
«Queremos que esto sea la base para ir adelante», dijo la demócrata, aunque algunos conservadores quieren bloquear la posibilidad de que los beneficiados puedan naturalizarse bajo el argumento de que esta posibilidad acrecentaría la inmigración familiar.
Aunque Pelosi quiso entablar una conversación con los protestantes, a los que dijo que pelea por ellos, los gritos de los manifestantes, alguno de los cuales la tachó de «mentirosa», la obligaron a retirarse.
«Está claro que no quieres respuestas», dijo Pelosi a un integrante del grupo.
Por su parte, Luis Ángel dijo que esta protesta es un mensaje para los once millones de indocumentados que se calcula viven en el país de que hay un nuevo movimiento listo para luchar por ellos.
«Estamos listos para luchar con ustedes, no están solos» aseguró.