Centenares de jóvenes inmigrantes y sus aliados secundan la convocatoria nacional Operation Dream Act Now, para reclamar al Congreso una norma «limpia» que legalice a los soñadores sin perjudicar a otros inmigrantes.
Las acciones de los «soñadores» de más de diez estados respondieron al llamado nacional y tuvieron el respaldo de decenas de estudiantes universitarios y de preparatoria que dejaron sus clases para unirse.
«No vamos a rendirnos; si todos los días debemos convocar un boicot, una ausencia en a clases, al trabajo para recordarles a los legisladores lo importantes que somos, lo vamos a hacer», dijo a Efe Melody Klingenfuss, portavoz de California Dream Network.
Klingenfuss, de origen guatemalteco, fue una de las soñadoras californianas que viajó a participar en las manifestaciones que se realizaron en la capital, donde más de dos mil jóvenes y activistas hicieron un recorrido por el senado y el congreso para pedir que se apruebe la legislación antes de fin de año.
«Es importante que en Washington sientan lo que estamos haciendo en California, y que los votantes entiendan el impacto en nuestros estados de las acciones de los congresistas, por eso estamos aquí», indicó.
Estudiantes de planteles de secundaria como el Woodrow Wilson en la capital se unieron a los que gritaban al unísono «si se puede».
El fuerte mensaje llegó hasta la puerta de la oficina del líder de la Cámara de Representantes Paul Ryan, que había prometido apoyar a los «soñadores», y a quien le dedicaron un cartel: «Paul Ryan, aprueba el Clean Dream Act ahora».
California lideró con el mayor número de acciones que exigen al congreso la aprobación del proyecto DREAM ACT 2017, presentado por la congresista demócrata Lucille Roybal-Allard (California) y la republicana Ileana Ros-Lehtinen (Florida).
El estado dorado alberga la mayor cantidad de jóvenes beneficiados con DACA (programa de Acción Diferida para los llegados en la infancia).
Uno de cada cuatro de los «soñadores» reside en California, pero los esfuerzos también se concentraron en conectar lo que pasa en este lado del país con Washington DC.
En Texas, el boicot escolar se dio desde la frontera hasta la capital, Austin; los centros universitarios de Houston y Dallas también realizaron acciones, a las que se unieron estudiantes nacidos en Estados Unidos, un apoyo vital cuando se trata de convencer a congresistas.
«Somos los votantes y queremos que se queden», expresó Alonso Mendoza, representante de la organización Soñando Juntos.
Mendoza lideró el llamado a abandonar los salones en la Universidad de Texas El Paso (UTEP); el grupo luego se dirigió a las oficinas del congresista republicano Will Hurd, que representa un distrito fronterizo.
Los manifestantes en El Paso repitieron su apoyo a la aprobación de una propuesta que legalice a los «soñadores», pero que no perjudique a otros inmigrantes, ni que esté atada con la construcción del muro de la frontera o la contratación de más agentes.
Las manifestaciones en San Diego y en Los Ángeles también se enfocaron en denunciar que la administración de Trump quiere usar a los «soñadores» como botín de intercambio con los demócratas.
«Desde que anunciaron la cancelación de DACA hemos venido cada semana a manifestarnos frente a la oficina del Congresista Knigth, y ya somos visibles para sus votantes, esperamos que él lo entienda», dijo Katia García, amparada por DACA, quien se manifestó en Palmdale, California.
En la otra punta del país, la Universidad Internacional de la Florida también albergó una acción.
Soñadores de Colorado, Maryland, Oklahoma, Oregon y Arizona albergaron las suyas, que prometieron repetir en las próximas semanas.
En septiembre, el presidente Donald Trump dio seis meses al Congreso, hasta el 5 de marzo de 2018, para encontrar una solución legislativa a la situación de los «soñadores».
El DREAM ACT, acrónimo de Development, Relief, and Education for Alien Minors (Desarrollo, Alivio y Educación para Menores Extranjeros), sería la solución definitiva para cientos de miles de jóvenes que no conocen otro país.
Ellie García, la primera «soñadora» de Arizona elegida como miembro del Comité Nacional Demócrata (DNC), exhortó a la comunidad asegurando que «los días con la protección de DACA podrán estar contados, pero el compromiso con la comunidad no tienen límite».
«Hay que pelear hasta el último momento por un DREAM Act limpio», subrayó.