Miles de neoyorquinos que hablan un idioma que no es el inglés están privados de servicios de traducción esenciales, desde procedimientos legales, hasta solicitudes para servicios municipales, según el Contralor de la Ciudad, Scott Stringer.
El regulador fiscal de la ciudad dice que la situación es un problema de oferta y demanda: hay muy pocos traductores disponibles para los 1.2 millones de neoyorquinos cuya lengua materna es un idioma hablado por menos de 100,000 (1%) de la población total de la ciudad.
El martes, Stringer anunció que le había pedido al alcalde Bill de Blasio y al presidente del concejo municipal, Corey Johnson, que consideraran una idea para cerrar la brecha de traducción: la creación de un banco comunitario de intérpretes legales «para reclutar, capacitar y enviar intérpretes a organizaciones de servicios legales en todo la ciudad».
«El idioma afecta todos los aspectos de la vida, y demasiados neoyorquinos que hablan idiomas de difusión limitada están desatendidos y privados de servicios básicos debido a la falta de intérpretes de calidad», dijo Stringer en su anuncio del 11 de febrero. «Esto tiene que cambiar».
El contralor dijo que la propuesta del banco de intérpretes fue presentada por varias organizaciones comunitarias que representan a inmigrantes en la ciudad de Nueva York: African Communities Together, Mexican American Students ‘Alliance, Asian American Foundation y New York Immigration Coalition.
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