El lamentable hecho ocurrió en las tierras sureñas de Texas. (Se consideran en este momento 6 de noviembre, 26 muertos reportados y 20 heridos.) El espectáculo sangriento ahora tomó turno en la Iglesia Baptista de Sutherland Springs, donde un grupo de ciudadanos americanos se congregaban a confesar su fe. (Acción que es protegida por la constitución americana.) Y aunque ya suene redundante, se ubica en el número 307 de lo que va del año.
The Guardian publicó, que el arma utilizada para el siniestro fue una de asalto Ruger(AR-556). Por otra parte, el pistolero es un blanco americano de 26 años, presuntamente un expulsado de la fuerza aérea, por agredir físicamente a su esposa e hijo.
Se puede amplificar esta tragedia de varios puntos: Como contraste a la paranoia anti-ISIS, como un ataque contra la fe y pintarlo religioso, como “el problema de la falta de seguridad en las Iglesias de la nación” (tema seguramente propagado en el futuro por algún medio alt-right/derecha alternativa), el trastorno por estrés post-traumático con el que padecen muchos ex-miembros de las Fuerzas Armadas yanquis, etc. Sin embargo, la única ventana que está historia debe de tener es, que de una bendita vez por todas, esto termine ya!
Reportes muestran que las edades de los cadáveres se encuentran entre los 5 a 72. También se informa que los pastores se encontraban fuera de la ciudad, pero se conoce la triste noticia que la hija de 14 años se localiza entre los fallecidos. Para los pastores, en medio del dolor—posiblemente, de acuerdo al entendimiento que tengo de su fe—se considere que Dios tomó la decisión de recoger a su ángel. Y para parte de un sector evangélico-americano, considerablemente blanco, Dios no considera una aberración comprar un arma semi-automática para guardarla en tu lugar de conveniencia; o varias.
El terrorismo, como ingrediente de esta barbarie, no se encuentra personificado en el personaje que fue excomulgado militarmente, sino en la fracción de este país, que no cree en la regulación de dichas armas. Terrorismo es definido como el uso ilegal de violencia e intimidación, especialmente en contra de civiles, en el perseguimiento de objetivos políticos—objetivos políticos similares a obstruirse a regular el uso de dichas armas. El “uso ilegal de violencia e intimidación” es la acción cometida; acción que yo considero que incrimina al habilitador político y/o social. Extremistas religiosos tal vez, si la decisión de no tomar acción para detener el uso depravado de armas, porque su fe, que es el parámetro de su adoctrinamiento político, no puede intervenir en el desarrollo de lo que representa su politicismo.
La división en este país ha llegado hasta a dividir el sentido común, y la humanidad de grupos y personas. Trabajemos por la unión. Que descansen en paz y los más sentidos pésames a los amigos y familiares de las víctimas.